Nefrología
La Nefrología es la especialidad que se encarga del estudio y tratamiento de las enfermedades renales, hipertensión arterial y alteraciones hidroelectrolíticas del organismo. Es una especialidad médica claramente diferenciada de la Urología, que se ocupa de las enfermedades renales con tratamiento quirúrgico.
Nefrología
Aunque se trata de una especialidad poco conocida a nivel general, es común haber oído hablar de la Insuficiencia renal crónica, la Nefropatía diabética y, sobre todo, de la Hipertensión arterial: de todas estas enfermedades ─y otras─ se ocupa el especialista en Nefrología, aunque muchas de ellas tienen un enfoque multidisciplinar.
El ejemplo típico de enfermedad que necesita la atención del nefrólogo es la Nefropatía diabética. En Canarias es más frecuente la diabetes que en resto de España. A su vez, la enfermedad renal derivada de la diabetes es la principal causa de entrada en un programa de depuración extrarrenal (diálisis). El diagnóstico temprano de esta anomalía y su tratamiento puede resultar en curación o enlentecimiento del daño renal.
En los últimos años también llama la atención la denominada “epidemia” de la Insuficiencia Renal Crónica. Se calcula que hasta un 9% de la población padece esta enfermedad sin saberlo. Es lo que denominamos ‘enfermedad renal oculta’. Debido a los escasos síntomas que provoca, una persona puede padecerla sin saberlo. La labor del nefrólogo se centra en establecer la causa inicial y combatir la progresión de la enfermedad para preservar la función de los riñones.
Otro punto fuerte de nuestra especialidad es la Hipertensión arterial. Todo el mundo conoce que esta afección es muy frecuente, alcanzando cifras del 50% en la edad media de la vida. La ausencia de un diagnóstico y tratamiento adecuado hace que estos pacientes presenten alteraciones cardiovasculares y daño renal. En otros campos menos conocidos, la labor del nefrólogo se desarrolla en el tratamiento de los pacientes con Insuficiencia Renal Crónica Terminal mediante diálisis o trasplante renal.
En resumen: la Nefrología, como otras especialidades, trata de prevenir la enfermedad renal y, si esta se ha desarrollado, enlentecerla o tratarla de manera sustitutiva mediante diálisis o trasplante.
Aunque se trata de una especialidad poco conocida a nivel general, es común haber oído hablar de la Insuficiencia renal crónica, la Nefropatía diabética y, sobre todo, de la Hipertensión arterial: de todas estas enfermedades ─y otras─ se ocupa el especialista en Nefrología, aunque muchas de ellas tienen un enfoque multidisciplinar.
El ejemplo típico de enfermedad que necesita la atención del nefrólogo es la Nefropatía diabética. En Canarias es más frecuente la diabetes que en resto de España. A su vez, la enfermedad renal derivada de la diabetes es la principal causa de entrada en un programa de depuración extrarrenal (diálisis). El diagnóstico temprano de esta anomalía y su tratamiento puede resultar en curación o enlentecimiento del daño renal.
En los últimos años también llama la atención la denominada “epidemia” de la Insuficiencia Renal Crónica. Se calcula que hasta un 9% de la población padece esta enfermedad sin saberlo. Es lo que denominamos ‘enfermedad renal oculta’. Debido a los escasos síntomas que provoca, una persona puede padecerla sin saberlo. La labor del nefrólogo se centra en establecer la causa inicial y combatir la progresión de la enfermedad para preservar la función de los riñones.
Otro punto fuerte de nuestra especialidad es la Hipertensión arterial. Todo el mundo conoce que esta afección es muy frecuente, alcanzando cifras del 50% en la edad media de la vida. La ausencia de un diagnóstico y tratamiento adecuado hace que estos pacientes presenten alteraciones cardiovasculares y daño renal. En otros campos menos conocidos, la labor del nefrólogo se desarrolla en el tratamiento de los pacientes con Insuficiencia Renal Crónica Terminal mediante diálisis o trasplante renal.
En resumen: la Nefrología, como otras especialidades, trata de prevenir la enfermedad renal y, si esta se ha desarrollado, enlentecerla o tratarla de manera sustitutiva mediante diálisis o trasplante.