Noticias

Te ponemos al día de nuestras novedades

Deporte, hidratación y salud
Hospitales San Roque.- El agua es el componente más abundante del organismo y esencial para la vida, cuya cantidad total se debe a un equilibrio entre el líquido que se ingiere y el que se elimina. Las fuentes son las bebidas, los alimentos y la producida por el metabolismo corporal.

Deporte, hidratación y salud

Durante la actividad física, sea moderada o intensa, el agua actúa como regulador de la temperatura corporal, de modo que la hidratación cobra especial importancia antes, durante y después del ejercicio no sólo para garantizar un rendimiento adecuado, sino para evitar posibles problemas de salud o los molestos calambres y agujetas. Igual de importante es no esperar a tener sed ya que, cuando aparece, es que el organismo ya está deshidratado.

La deshidratación es la pérdida excesiva de agua corporal debida al sudor sin reposición de líquidos, que deben aportarse dependiendo del sexo del deportista, la edad, el tipo de deporte, la intensidad del ejercicio físico, la temperatura o la humedad e, incluso, del tipo de ropa de entrenamiento. Los síntomas principales son dolor de cabeza, vértigo, falta de energía, fatiga e irritabilidad.

Con el sudor se pierden electrolitos — partículas que ayudan a regular el equilibrio de los líquidos del organismo— y su insuficiencia puede producir calambres musculares, debilidad y apatía. Los más importantes son el sodio, cloro y potasio. Para reponerlos, además de agua, que elimina la sensación de sed pero no aporta minerales, la medicina deportiva recomienda la ingesta de bebidas energéticas (con gran cantidad de hidratos de carbono en su composición); bebidas inteligentes (que contienen vitaminas y estimulantes); y bebidas deportivas (elaboradas para rehidratar de una manera rápida durante el ejercicio). Estas últimas Gse clasifican en hipotónicas, isotónicas e hipertónicas según su concentración electrolítica.

 

En cuanto a la temperatura, lo ideal es tomar la bebida fresca (10-15° C) para que el cuerpo la asimile más rápidamente, especialmente en los días calurosos cuando hay posibilidad de sufrir un golpe de calor; y beber pequeños sorbos regularmente durante el ejercicio para mantener una hidratación constante, evitando los momentos de alta frecuencia respiratoria para no privar al organismo del oxígeno cuando más lo necesita.

 

Compartir: