Escucha a tu piel

La piel es el órgano más grande, un tejido vivo y flexible cuya función principal es la de proteger los otros órganos y estructuras del cuerpo de agentes nocivos externos como golpes, quemaduras, acciones de agentes químicos o penetración de gérmenes. Pero, además, nos ayuda a mantenernos hidratados, a regular la temperatura corporal o a eliminar residuos y feromonas a través de la sudoración; sus receptores responden al tacto, temperatura y dolor, alertando al cerebro de estas sensaciones de manera instantánea, por lo que podemos reaccionar también así al calor, a las caricias o al tacto suave. Todas estas funciones —y otras tantas más— la convierten en un indicador de nuestro estado de salud que conviene cuidar y tratar, y no sólo por motivos estéticos: «Aunque, sin duda, hay afecciones superficiales de la piel que llegan a causar problemas psicológicos o emocionales a algunas personas por el aspecto que les dan, no debemos desatender la importante información que la piel proporciona sobre nuestra salud general, de ahí que la dermatología sea una de las disciplinas médicas que más avances ha experimentado en los últimos años», señala Borja González Ponce, responsable de este servicio en el Hospital San Roque Maspalomas y en las Consultas Médicas de Vecindario, quien continúa: «La piel nos ‘habla’: las lesiones que aparecen en la piel son como letras que hay que aprender a leer; estas lesiones cada vez con más frecuencia se traducen en melanoma u otros tipos de cáncer cutáneo», una lacra mundial que en Canarias está adquiriendo niveles epidémicos debido a los nocivos efectos acumulativos de la exposición a los rayos ultravioletas del sol.

«En el Hospital San Roque Maspalomas estamos viendo mucho cáncer de piel», prosigue el especialista, «pero, afortunadamente, lo estamos tratando y solucionando con gran éxito. Para el diagnóstico, nos ayudamos de la dermatoscopia, un aparato amplificador de imagen con luz polarizada incorporada que nos permite ver las lesiones con mucho detalle, hacer un diagnóstico precoz y realizar el tratamiento óptimo», que habitualmente es quirúrgico: «Con frecuencia se olvida que la dermatología es una especialidad médico-quirúrgica y que los dermatólogos somos también los encargados de realizar la extirpación de los tumores malignos; de hecho, en HHSR Maspalomas practicamos la cirugía oncológica del cáncer cutáneo con un grado de éxito de prácticamente el cien por cien cuando se diagnostica a tiempo y no hay metástasis».

Pero, aun no siendo siempre graves, las patologías de la piel son numerosas y constituyen la primera causa de consulta en la Atención Primaria: las alergias cutáneas, la psoriasis, el acné, la sudoración excesiva (hiperhidrosis), las infecciones cutáneas (verrugas, moluscos, herpes, hongos, foliculitis…); las enfermedades de las uñas, de las mucosas y las de transmisión sexual; o la dermatitis atópica y la caída del pelo (estas dos últimas con alta prevalencia entre niños y mujeres, respectivamente) son desórdenes que requieren de un diagnóstico preciso y temprano para que los tratamientos sean eficaces, por lo que el doctor Borja González recomienda realizarse periódicamente, a modo preventivo, chequeos dermatológicos: «Un estudio analítico permite descubrir si hay alguna enfermedad interna detrás de las manifestaciones de la piel, conocer las causas para tratarla lo antes posible e intervenir con celeridad en el caso de que esté encubriendo algo más serio; muchas veces, a través de la piel, se diagnostican enfermedades sistémicas graves».

«En cualquier caso», subraya el especialista, «no se debe perder tiempo en consultar al dermatólogo en el caso de sentir picor generalizado o lesiones múltiples; o de observar la aparición y cambios en costras persistentes, manchas rojas que descaman y lunares». Y sin distinción de edad: a diferencia de otras disciplinas, la dermatología se ocupa de la piel humana en todas las fases de la vida, desde el nacimiento hasta la vejez. Es una cuestión de salud.

El láser que viene

La aparatología estética de última generación está poniendo al alcance de todos una amplia gama de posibilidades al servicio de la belleza. De entre todas ellas, el láser se emplea para eliminar manchas solares, tatuajes, varices, estrías, puntos rubí, arañas vasculares o para rejuvenecimiento facial y fotodepilación en el caso estético; para tratar malformaciones vasculares infantiles que pueden derivar en tumores, la rosácea, el vitíligo o la cuperosis en el caso clínico: «Los láseres son unos dispositivos que tienen aplicaciones tanto médicas como no médicas», explica Borja González Ponce, «funcionan en base a una amplificación de luz por emisión estimulada, estando dicha radiación entre la banda visible e infrarrojo del espectro electromagnético y se le han encontrado multitud de aplicaciones, la dermoestética entre las más importantes. En el Hospital San Roque Maspalomas disponemos del láser Neodimio Yag (Nd Yag) de dos cabezales y, además, del sistema de luz pulsada, una fuente lumínica de alta intensidad que actúa como bisturí inteligente para disminuir el tamaño del poro y la profundidad de las arrugas, generar nuevo colágeno y obtener una mejora de la textura cutánea».

Aunque la eliminación de tatuajes requiere más sesiones dependiendo de las características de cada uno —como el tipo y color de tinta empleada o si ha sido realizado por un profesional o un aficionado—, «la mayoría de los problemas estéticos de la piel se resuelven de manera definitiva en una o dos sesiones», indica el dermatólogo, «aunque, lógicamente, nuestra piel va a requerir unos cuidados posteriores para que no reaparezcan; pero son cuidados que deberíamos proporcionarle en cualquiera de los casos —como reducir la exposición al sol, hidratarla, practicar una alimentación equilibrada y ejercicio regular— si queremos disfrutar de una piel sana y luminosa». También es una cuestión de salud.

Más información sobre el servicio aquí

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