Invisible Imprescindible: Jaime Rovira

¿Qué te motivó a trabajar en el ámbito sanitario?

Me surgió la oportunidad y no quise desaprovecharla. Tras años trabajando en una empresa, estuve en paro un par de meses y empecé a trabajar en Crisjor, en el Queen Victoria. Estando allí me comentaron que iba a haber una baja en el departamento de Administración, y no me lo pensé dos veces.

¿Cómo es un día en tu trabajo?

Por normal general, a primera hora organizo la gestión del correo. Casi diariamente voy a Correos para hacer envíos certificados de las cartas de distintos departamentos de HUSR, atención al paciente, facturación… Todo debe estar debidamente cumplimentado y ordenado, en una relación que confecciono por las mañanas.

Tras este proceso, cojo mi maletín, que ya es una prolongación de mi brazo, y recorro todos los departamentos del hospital, recogiendo y entregando documentación interna y externa, y voy preparando mi recorrido por el exterior, puesto que, una vez terminado este proceso, salgo a la calle.

Una vez en la calle, realizo las gestiones pertinentes en distintos lugares de la capital. Visito diariamente la UGE (dirección de área del Servicio Canario de la Salud), también recorro los distintos centros asistenciales de HUSR y muchos lugares diversos, como pueden ser bancos, notaría, juzgados, aseguradoras, agencia tributaria, registro mercantil…

¿Qué significa para ti que HUSR cumpla 100 años?

100 años tienen mucho significado, dicen mucho. No se cumplen siempre y muchas empresas no llegan y es de admirar que HUSR haya llegado tan lejos.

¿Cuál ha sido tu mejor momento en HUSR?

Pues tengo buenos momentos a diario, y siempre vienen de la mano de las personas con las que me relaciono en mi trabajo, tanto de HUSR como de fuera. Cuando estas personas agradecen mi trabajo, mi esfuerzo y mi implicación con la empresa, me hacen sentir que vale la pena.