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Invisible Imprescindible: Víctor Ruano
Víctor es Diseñador Gráfico. Comenzó en HUSR supliendo una baja en el departamento de Marketing y Comunicación y finalmente se quedó en la organización. Este año cumplirá 4 años con nosotros.

Invisible Imprescindible: Víctor Ruano

¿Qué te motivó a trabajar en el ámbito sanitario?

Curiosamente, trabajé hace años en una revista del sector de la salud. Siempre he sentido debilidad por los entornos sanitarios, porque me atrae mucho la profesión médica, aunque lo cierto es que empecé por casualidad.

¿Cómo es un día en tu trabajo?

Habitualmente, los días son ajetreados en el departamento, puesto que estamos en constante comunicación con otros servicios, proveedores, medios... La mayor parte de la jornada la dedico al ordenador, a la realización de tareas que cubran las necesidades gráficas del conjunto de ambos hospitales, centros asistenciales, Lanzarote e IKIGAI, tanto a nivel interno como en el plano publicitario. También me verán sacando fotos o vídeos de algún nuevo e innovador aparato, un tratamiento estético o durante un congreso médico.

¿Qué significa para ti que HUSR cumpla 100 años?

El centenario de Hospitales Universitarios San Roque significa ser testigos de la vida de varias generaciones de canarios. Crecer y perdurar hasta cumplir un siglo no solo es un motivo de orgullo, sino también un auténtico hito en la sociedad canaria.

¿Cuál ha sido tu mejor momento en HUSR?

Son muchos los buenos momentos que me vienen a la cabeza...

En el apartado estrictamente profesional, uno de los primeros proyectos que abordé fue la actualización del antiguo logotipo y la imagen de marca, que supuso todo un reto del que me siento orgulloso. El aprendizaje de nuevas habilidades que el departamento requiere de forma constante es un punto que también me parece muy enriquecedor.

En lo personal, recuerdo especialmente algunos eventos en los que surgieron dificultades, y salimos airosos gracias a la complicidad y el esfuerzo del equipo. El apoyo que nos brindamos en los momentos más estresantes, la profesionalidad y el cariño de las personas en el día a día son la mejor recompensa posible.

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