La muerte súbita en atletas se puede evitar
Los problemas pulmonares, vasculares y cerebrales también pueden llevar a este tipo de deceso, pero la mayoría de los casos tiene su origen en el corazón. La muerte súbita tiene una incidencia de uno de cada 100.000 habitantes y año. Se puede dar en bebés, jóvenes y adultos, aunque en los últimos años ha tenido un impacto social mayor cuando lo padece un atleta joven aparentemente sano.
En los atletas de 35 años o más, la principal causa es la enfermedad ateroesclerótica de las arterias coronarias, es decir la cardiopatía isquémica; mientras que en los menores de 35 las más frecuentes son las enfermedades genéticas o las patologías cardiovasculares adquiridas, siendo la más común la miocardiopatía hipertrófica, seguida de las anomalías coronarias y la displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Otras causas de muerte súbita en este grupo de edad son la miocarditis y el consumo de tóxicos.
La miocardiopatía hipertrófica es una enfermedad hereditaria y genética con una incidencia de 1 de cada 500 personas, con un espectro de patogenicidad amplio en función de la obstrucción al tracto de salida del ventrículo izquierdo y la capacidad para generar arritmias ventriculares.
Debido a que la muerte súbita puede ser la manifestación de una enfermedad cardiaca oculta, los expertos mundiales en medicina deportiva recomiendan a los atletas realizarse un screening, especialmente antes de la participación en una competición porque:
- El electrocardiograma basal puede diagnosticar algunos trastornos potencialmente graves, como la hipertrofia ventricular y el alargamiento del QT entre otros.
- La aportación de la imagen cardiaca con la ecocardiografía dará una valoración estructural del corazón, tanto en el miocardio (músculo cardiaco) como en las válvulas.
- La prueba de esfuerzo pondrá de manifiesto la valoración funcional y hemodinámica del corazón a un esfuerzo determinado, pudiendo detectar arritmias significativas, así como permitir valorar la respuesta clínica y electrocardiográfica en un paciente predispuesto a tener angina de pecho.
A nivel general, el aumento de la educación y la toma de conciencia sobre la muerte súbita, el entrenamiento en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y el acceso a desfibriladores cardiacos externos pueden ayudar a prevenir muertes en atletas y no atletas.
El deporte es sano, pero debe realizarse con seguridad: un sencillo examen cardiológico garantiza una larga vida de retos personales, desafíos en grupo… y éxitos.
26-09-2017Compartir:
