Noticias

Te ponemos al día de nuestras novedades

Susana Tello Blasco: “Las enfermedades cardiovasculares hay que abordarlas de una manera global con estrategias preventivas y terapéuticas”

Susana Tello Blasco: “Las enfermedades cardiovasculares hay que abordarlas de una manera global con estrategias preventivas y terapéuticas”

La doctora Susana Tello Blasco, responsable de la Unidad de Riesgo Cardiometabólico de Hospitales San Roque Las Palmas, nos explica los factores directamente relacionados con las enfermedades cardiovasculares y la necesidad de concienciar a la población del riesgo que suponen, actuando con estrategias preventivas.

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares son aquellas debidas a trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos. Dentro de este grupo de enfermedades la patología isquémica coronaria (el infarto agudo de miocardio o la angina) en los varones y los accidentes cerebrovasculares en las mujeres, son los más destacados por su alta prevalencia. Su importancia radica en que además de ser enfermedades muy frecuentes a nivel mundial, la muerte súbita puede ser la primera manifestación de un sujeto aparentemente sano (y ésta forma clínica de presentación se da hasta en un tercio de los casos de mortalidad de origen cardíaco).

¿Cómo son de frecuentes en nuestro medio?

En España las enfermedades del sistema circulatorio constituyen la primera causa de muerte, situándose por encima del cáncer y de las enfermedades del sistema respiratorio. De acuerdo a los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2014 la tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular fue de más de 250 fallecidos por cada 100.000 habitantes y si nos centramos en nuestra Comunidad, la enfermedad cardiovascular aparece como responsable de más de 3.100 muertes en un año. Factores directamente relacionados con estas enfermedades como son la diabetes y la obesidad, tienen también una incidencia preocupante en Canarias, en el caso del sobrepeso/obesidad con una aparición cada vez más precoz, llegando a alcanzar casi el 45% de los niños en edad escolar. Por eso, son fundamentales las campañas de concienciación de la población con el objetivo de frenar este importante problema sociosanitario. La Organización Mundial de la Salud nos advierte de la alarmante progresión de esta enfermedad si no actuamos a tiempo, en 2012 se produjeron 17,5 millones de fallecimientos y se estima para el año 2030 una cifra de más de 23,6 millones de fallecimientos de causa cardiovascular.

¿Cuales son los factores que influyen en la aparición de las enfermedades cardiovasculares?

Los factores de riesgo cardiovascular son aquellos trastornos o hábitos del estilo de vida que hacen que aumente la probabilidad de padecer un evento cardiovascular. Estos factores de riesgo pueden dividirse en dos grupos: modificables o no modificables.

Dentro del grupo de los no modificables estarían la edad, el sexo, la carga genética, los antecedentes familiares de infarto cardíaco o cerebral precoz (antes de los 55 años en el caso de los varones y antes de los 65 años en el caso de las mujeres) …y en el grupo de los modificables incluiríamos la hipertensión arterial, el tabaquismo, los niveles elevados de colesterol, la diabetes mellitus, el sobrepeso-obesidad (principalmente la llamada obesidad abdominal o visceral), un hábito de vida sedentario, la ansiedad, el estrés (tan frecuente en nuestros días), o el consumo excesivo de alcohol.

Estos factores modificables, también llamados factores mayores o independientes, son de máximo interés por varios motivos: se ha demostrado que son los factores que presentan una asociación más fuerte con la enfermedad cardiovascular, tienen una elevada frecuencia en la población general y existe la posibilidad de actuar sobre ellos con estrategias preventivas de cara a reducir la altísima mortalidad de la enfermedad cardiovascular.

Es importante destacar además que cuantos más factores de riesgo tenga una persona, mayores serán sus posibilidades de padecer enfermedad cardiovascular al igual que cuantos más factores controlemos, bien con cambios del estilo de vida o con el adecuado tratamiento farmacológico lograremos una mayor reducción del riesgo.

¿Qué es el riesgo cardiovascular?

El riesgo cardiovascular es la probabilidad que tiene una persona de sufrir una enfermedad cardiovascular (un infarto agudo de miocardio, una angina, un accidente cerebrovascular...) en un determinado plazo de tiempo. Habitualmente los escores de riesgo avalados por las sociedades científicas, tanto a nivel nacional como internacional, realizan una estimación del riesgo a los 10 años teniendo en cuenta distintos factores como son los niveles de presión arterial y colesterol, la edad, el sexo, el tabaquismo y la presencia o no de diabetes. El riesgo final va a depender de la presencia de uno o más de los comentados factores de riesgo cardiovascular, que predisponen a la aparición de estas enfermedades. Teniendo en cuenta que el efecto del conjunto de factores en un mismo individuo no es sumatorio sino multiplicativo, incluso aunque las alteraciones sean ligeras, con la gran trascendencia que eso supone en cuanto a efectos de morbimortalidad.

¿Cómo podemos conocer nuestro riesgo cardiovascular y el estado de nuestros vasos sanguíneos?

En primer lugar habría que realizar un examen médico para conocer nuestro estado de salud y evaluar la presencia de factores de riesgo. Se debe realizar una historia clínica detallada y una exploración física completa incluyendo toma de tensión arterial, peso, talla, índice de masa corporal, medidas de perímetro abdominal y de cadera, además de un estudio analítico con perfil lipídico completo.

En nuestra Unidad disponemos además de un novedoso dispositivo único en todo el archipiélago, Sphygmoor AtCor Medical ® avalado por la Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad Europea de Cardiología, que nos permite valorar el estado actual de las arterias y su grado de rigidez o endurecimiento arterial.

Esta medida de rigidez arterial, que podemos evaluar de manera no invasiva gracias a esta avanzada tecnología, se asocia al envejecimiento pero puede aparecer anticipadamente en caso de hipertensión, niveles elevados de colesterol en sangre, diabetes, fumadores… y ha demostrado ser un excelente predictor de riesgo cardiovascular.

Además una rigidez arterial elevada se asocia a mayor riesgo de demencia e insuficiencia renal, en relación al aumento de presión que se ejerce en las arterias pequeñas de riñón cerebro.

Asimismo, ofrecemos a nuestros pacientes un estudio individualizado en función de su riesgo y según proceda, para detección precoz de afectación orgánica subclínica (es decir que todavía no se ha manifestado en forma de síntomas para el paciente) a nivel cardíaco, renal, carotídea y determinación de nuevos marcadores de riesgo cardiovascular como la homocisteina (incluido su estudio genético en determinados casos), la lipoproteína (a) o la proteína C reactiva ultrasensible.

¿Cómo podemos reducir nuestro riesgo cardiovascular?

Es fundamental mantener un estilo de vida cardiosaludable. Una alimentación sana, rica en frutas y verduras, con baja ingesta de sal y de grasas, evitando consumo de productos precocinados, salazones, conservas… y aumentando el aporte de fibra y cereal integral. También es importante moderar el consumo de alcohol y limitar la ingesta de refrescos azucarados, evitar el sobrepeso y realizar actividad física adaptada a las posibilidades individuales de manera regular, como caminar al menos 30 minutos diarios 4-5 días a la semana, reducir los niveles de estrés y si fuma es imprescindible abandonar el hábito tabáquico. En caso de padecer de hipertensión, diabetes o colesterol alto es obligada la valoración en consulta por un profesional para mantener un adecuado control de las cifras de tensión, colesterol y glucosa en sangre. Por otra parte, en patologías o situaciones asociadas a un mayor riesgo cardiovascular de base como son la artritis reumatoide, el lupus, la menopausia/premenopausia (con la redistribución grasa y cambios hormonales característicos de este período) o haber sido diagnosticada de diabetes gestacional o hipertensión del embarazo, (ya que aunque resueltas tras la gestación, son indicadores de una predisposición o mayor riesgo para el debut de enfermedad cardiovacular), es aconsejable realizar un estudio y un seguimiento evolutivo de riesgo en consulta.

¿Qué le recomienda a una persona que presente alguno de los factores de riesgo que hemos comentado para padecer una enfermedad cardiovascular?

Mi recomendación es que acuda a una consulta médica especializada para que pueda conocer su verdadero riesgo cardiovascular y le ayuden a abordarlo de una manera global con estrategias preventivas y terapéuticas que nos permitan reducir su riesgo cardiovascular, adelantarnos a la enfermedad y evitar su mortalidad asociada.

Compartir: