Los brazaletes de la tranquilidad

La identificación inadecuada de los pacientes es una causa importante de problemas y complicaciones asociados a errores en la asistencia sanitaria que pueden derivar en diagnósticos erróneos, en la realización de pruebas e intervenciones quirúrgicas o en la administración de medicamentos y hemoderivados a pacientes equivocados, según se indica en el documento Estrategia de Seguridad  del Paciente del Sistema Nacional de Salud, elaborado en julio pasado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para el periodo 2015-2020.

“La forma más habitual de identificación de los pacientes en los centros sanitarios es el número de habitación o de cama, el diagnóstico, las características físicas o psicológicas o por el hecho de que respondan a un nombre determinado”, señala Carmen Girón Domínguez, directora de Enfermería de Hospitales San Roque Las Palmas, “pero esta forma de identificación verbal puede poner en compromiso tanto la intimidad como la seguridad del paciente, sin mencionar la complejidad añadida en casos de disminución del nivel de consciencia, problemas de comunicación o barreras idiomáticas”.

La identificación inadecuada de los pacientes es una causa de problemas y complicaciones asociados a errores en la asistencia sanitaria

Generalmente, los problemas de identificación se asocian a errores en la administración de medicamentos, en intervenciones quirúrgicas, pruebas diagnósticas y transfusiones de hemoderivados, “razón por la cual” —puntualiza Girón— “y con el objetivo de mejorar la seguridad de sus usuarios, Hospitales San Roque Las Palmas implantó en 2014 una pulsera identificativa para todos los pacientes que permanecen en el centro en cualquiera de sus modalidades de ingreso” —una medida que constituye también una estrategia prioritaria en las políticas de calidad de los sistemas sanitarios, tal como recoge el Ministerio del ramo dentro de su Plan de Calidad y Excelencia Asistencial— “y para garantizar el confort de nuestros pacientes, se seleccionó un tipo de pulsera con unas características concretas: impresión térmica que evita el borrado de datos, propiedades antimicrobianas, irrompible, antialérgica y no irritante (indicada para pieles sensibles y niños)”, concluye. 

Seguridad para el paciente y el profesional

“Los brazaletes identificativos personalizados, además de solventar posibles errores clínicos, suponen también para el personal sanitario la seguridad y la garantía de que estamos prestando la asistencia adecuada al paciente correcto” —continúa la directora de Enfermería— “ya que en ellos no sólo figura de forma legible su nombre, apellido y número de historia clínica, sino que diferenciamos su régimen de estancia (ingreso hospitalario o ambulante) y un sistema de alertas nos permite reconocer, sin vulnerar la confidencialidad, riesgos como alergias o enfermedades infectocontagiosas mediante códigos de colores”, un aspecto crucial para los distintos servicios y especialidades que a menudo se ven implicados, por ejemplo, en la atención a pacientes pluripatológicos y que, como en Hospitales San Roque Las Palmas, trabajan coordinadamente: “Los fallos en la comunicación entre profesionales constituyen el factor más frecuentemente involucrado en la producción de lo que en enfermería llamamos eventos centinela (inesperados y adversos)”, destaca Girón Domínguez, “por lo que en nuestro centro hemos protocolizado y estandarizado el procedimiento de comunicación desde que el usuario ingresa en nuestras instalaciones hasta que se le da el alta —y tanto para el paciente programado como para el no programado (ingreso por Urgencias)—, con el fin de minimizar errores por falta de información y garantizar una atención óptima a cada paciente; de este modo, todos los profesionales implicados conocen información básica para la asistencia evitando que dichos datos transciendan fuera de su historia médica”.

Además de minimizar fallos, el uso de brazaletes identificativos permite a todos los profesionales implicados conocer el conjunto de la situación del paciente

Una alianza mundial por la seguridad

Desde hace una década, tanto las autoridades sanitarias nacionales como internacionales han mostrado su preocupación por la correcta identificación de pacientes, considerándose un aspecto prioritario para preservar la seguridad de los procedimientos médicos, especialmente si éstos son invasivos, y en cualquiera de sus procesos. Para ello, diferentes organismos —entre los que se encuentra la Organización Mundial de la Salud (OMS)— han realizado estudios para analizar los avances en este campo y diseñar nuevas estrategias que permitan impulsar la Alianza Mundial sobre Seguridad de los Pacientes, habiéndose podido observar que cuando se utilizan los brazaletes identificativos o se aplica la identificación automatizada mediante un código de barras,  sólo en el ámbito del medicamento, por ejemplo, se produce una disminución del 33% en los errores del ‘fármaco inadecuado’; de un 43% en los errores del ‘momento inadecuado’; de un 52% en la ‘omisión de la dosis’ y de un 47% en los errores de transcripción. [PDF descargable]