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¿Se puede prevenir el Parkinson?

¿Se puede prevenir el Parkinson?

 

Es importante tener conocimiento de que es la enfermedad de Parkinson para saber identificar los primeros síntomas y ayudar al paciente a comenzar un tratamiento temprano que mejore su calidad de vida. En algunos casos, la genética juega un papel importante en la enfermedad, siendo mas frecuentes los casos de origen desconocido o idiopático.

¿Qué es el Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta al sistema nervioso, concretamente a la sustancia negra que es donde se sintetiza una proteína llamada dopamina. Como consecuencia de la enfermedad se produce una degeneración en dicho lugar y una disminución en la síntesis de esta proteína, esto se manifiesta clínicamente con signos motores como son el temblor, la rigidez y la lentitud.  Al ser una enfermedad degenerativa y progresiva, provoca además otros síntomas no motores que deterioran gradualmente la calidad de vida apareciendo síntomas como cambios en el estado del humor, dificultad en la concentración, cambios en el comportamiento durante el sueño, a nivel gastrointestinal, genitourinario o de hipotensión arterial.

En la actualidad la enfermedad no se puede prevenir, pero es importante conocer las posibles causas genéticas desencadenantes de la enfermedad y en algunos casos poder dar el consejo genético. 

El diagnostico de la enfermedad es fundamentalmente clínico con altas probabilidades de certeza en manos de neurólogos expertos. Existen pruebas complementarias útiles para descartar parkinsonismos que, aunque pueden parecerse a la enfermedad de Parkinson, pueden ser desencadenados por otras patologías secundarias.  Por ejemplo, estudios de imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, que permiten observar el deterioro cerebral y determinar otras alteraciones que puedan desencadenar parkinsonismos.

Además, cabe destacar que la genética solo explica aproximadamente el 10% de todos los casos de Parkinson. Esto significa que la gran mayoría de los casos no se deben únicamente a factores genéticos heredados. Si bien existen algunos casos de Parkinson familiar, donde la enfermedad se transmite de una generación a otra debido a mutaciones genéticas específicas, la mayoría de los casos se consideran esporádicos.

En resumen, ante la aparición de cualquier signo nuevo, es preciso acudir al especialista para que evalúe la salud del paciente y pueda determinar si se trata de esta enfermedad. Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el progreso y manejo de este trastorno.

 

Importancia del diagnóstico precoz del Parkinson

Existen aún muchas cuestiones acerca de si el Parkinson se puede prevenir, especialmente cuando hay antecedentes familiares de la enfermedad. La predisposición genética juega un papel importante, y es más fácil realizar un seguimiento de los pacientes en riesgo.

Entre los factores de riesgo se encuentran la edad, especialmente a partir de los 60 años, el género masculino, que es más propenso a tener esta enfermedad, y la exposición sin protección a agentes tóxicos como los pesticidas. Conociendo estos factores, las personas pueden someterse a un diagnóstico anticipado e incluso tomar medidas preventivas.

Existen formas de prevenir el Parkinson aun presentando predisposición a la enfermedad. Al menos, quien sabe que puede desarrollarla puede ralentizar el proceso o lograr que los primeros síntomas tarden más en aparecer. ¿Cómo pueden conseguirlo? Primeramente, evitando el contacto directo con productos altamente tóxicos, así como llevando una vida saludable desde mucho antes de llegar a la edad de riesgo y practicar el ejercicio físico.

Sin duda, el diagnóstico precoz permite iniciar un tratamiento adecuado que facilite al paciente controlar los síntomas más incapacitantes, como los movimientos involuntarios. Diagnosticar la enfermedad en ausencia de síntomas es complicado, pero el estudio de las neuronas transportadoras de dopamina en el núcleo estriado puede ser clave cuando se sospecha, ya que su pérdida suele ser un indicativo del Parkinson.

Es importante tener en cuenta que los primeros síntomas del Parkinson no afectan al sistema motor. Debido a la degeneración neuronal, es posible anticipar la enfermedad prestando atención a otras molestias que presenta el paciente. Las pruebas pueden ser útiles, pero deben complementarse con otras manifestaciones, como la pérdida del olfato, el estreñimiento crónico o alteraciones del sueño, que van desde el insomnio hasta el trastorno del sueño REM.

Con la aparición de estas molestias, cada vez más perceptibles en el paciente, surgen otros trastornos que repercuten en su estabilidad emocional, siendo común los estados depresivos, el estrés y la apatía.

En fases más avanzadas las alteraciones motoras presentan problemas para caminar e incluso para levantarse de una silla o la cama. También es frecuente la pérdida de la expresión facial y disminución del parpadeo debido a la perdida de la espontaneidad. Asimismo, a menudo suelen darse otros síntomas como la hipersalivación y atragantamientos.

Otras características comunes, como es el encorvamiento, o una presión arterial baja que se traduce en constantes mareos, sensación de decaimiento o fatiga y pérdida de equilibrio.

Obtener un diagnóstico  temprano permitirá estar un paso adelante de cada uno de estos síntomas, brindando estabilidad y una mejor calidad de vida a la persona afectada.

 

Tratamiento del Parkinson

La gran baza con la que contamos para tratar el Parkinson es detectar los primeros síntomas, esto es crucial para considerar la progresión de la enfermedad y la necesidad de un tratamiento eficaz.

En Hospitales Universitarios San Roque contamos con la Unidad de Parkinson y Trastornos del Movimiento de HUSR, pionero en la sanidad privada de las Islas en la cirugía de Parkinson y en diferentes proyectos de investigación tanto a nivel nacional como internacional.

Además, hace unos años este hospital se convirtió en uno de los primeros centros de Europa en implementar un nuevo dispositivo  de neuroestimulación direccional  modelo Vercise Genus, desarrollado por la Boston Scientific Corporation.

A través de la colocación del estimulador eléctrico en el cerebro, se puede mejorar los síntomas motores de la enfermedad como el temblor, rigidez, lentitud. También mejora la calidad del sueño, permite reducir la medicación oral antiparkinsoniana y mejora la calidad de vida.

Tras la realización de la implantación del neuroestimulador Vercise Genus, el paciente puede notar resultados favorables a partir de las 24 horas después y ser dado de alta a los 3 días de haber sido intervenido, experimentando una notable mejoría que se traduce en la reducción de los movimientos involuntarios. Sin embargo, es necesario realizar ajustes que pueden extenderse durante varios meses para lograr la optimización del dispositivo. Cabe destacar que cada paciente es único y puede requerir parámetros específicos que solo los expertos pueden ajustar correctamente.

En las etapas iniciales de la enfermedad, se ha observado que la práctica regular de ejercicios aeróbicos puede proporcionar buenos resultados. Además, el consumo de café o té verde parece tener efectos preventivos, aunque aún no existe suficiente evidencia científica al respecto.

Las investigaciones continúan para mejorar la prevención del Parkinson en pacientes con factores de riesgo. Y es que el diagnóstico precoz es muy importante para llevar a cabo un tratamiento efectivo que consiga devolverle al paciente la calidad de vida que merece.

En resumen, en Hospitales Universitarios San Roque destacamos la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos innovadores para abordar el Parkinson. A través de una combinación de medidas preventivas, tecnología médica puntera y un enfoque integral de atención, nos esforzamos por brindar a nuestros pacientes una atención médica de calidad y apoyarlos en su camino hacia una mejor calidad de vida.

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