Suelo pélvico, asignatura pendiente

"No es normal sentir molestias o dolores asociados con pérdidas involuntarias de orina, ni en el embarazo ni en el postparto ni siquiera, durante la menopausia, ni tampoco tener dificultades para mantener relaciones sexuales, sentir peso en la vagina o problemas en el periné". Las lesiones del suelo pélvico limitan la vida de las mujeres que la padecen y producen problemas emocionales y aislamiento social, que pueden ser "prevenibles", apunta la fisioterapeuta Calole Caramés, responsable de la Unidad de Suelo Pélvico de Hospitales San Roque Las Palmas.

Sin embargo, el cuidado del suelo pélvico es una de las "asignaturas pendientes de la salud femenina", sobre todo teniendo en cuenta de que el primer factor de riesgo en las disfunciones de estos músculos es el embarazo y el parto, en especial si es instrumental (fórceps, ventosas...), concreta Caramés. La fisioterapeuta insiste en que la importancia de mantenerlo en buenas condiciones radica en que son los músculos y fascias que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior y su función es "sostener los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) en la posición adecuada, además de aportar estabilidad a la columna lumbar". Explica que el problema aparece cuando esos músculos están "débiles, demasiado tensos o han sufrido lesiones como desgarros o episiotonomías, que dan lugar a disfunciones", concreta.

Pero no solo padecen del suelo pélvico las mujeres, también los hombres. [Seguir leyendo | PDF descargable]