Tratamientos

El objetivo de los tratamientos de aerosolterapia es conseguir que las vías respiratorias presenten un funcionamiento óptimo con los mínimos efectos adversos sistémicos. Para ello, el paciente debe aspirar una serie de aerosoles que contienen determinadas partículas en función de la patología. Debido al poco peso de las mismas, las partículas llegan hasta los alvéolos a través del aire, dando resultados muy eficaces que mejoran la calidad de vida de los pacientes.

Algunas de las enfermedades para las que se utiliza la terapia de aerosoles son:

- Asma bronquial

- Patologías respiratorias (por ejemplo, el EPOC)

- Procesos oncológicos

- Fibrosis pulmonar o quística

- Infecciones de vías respiratorias altas o pulmonares

El tratamiento puede ser seguido fácilmente por los pacientes, quienes deben seguir los siguientes pasos:

- Abrir y agitar el inhalador

- Expulsar lentamente todo el aire de los pulmones

- Colocar el inhalador en la boca, presionando con fuerza la boquilla con los labios

- Comenzar a inspirar muy despacio, presionar el inhalador y continuar inspirando

- Aguantar la respiración durante unos 8 o 10 segundos

- Espirar y lavar la boca con agua templada