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Reconstrucción mamaria

Es frecuente que muchas mujeres que han padecido un cáncer de mama hayan perdido, como consecuencia, parte del tejido mamario. En estas ocasiones, el tratamiento de reconstrucción mamaria es una parte fundamental del proceso de recuperación, pues influye de manera directa en la autoestima de las pacientes y en su bienestar psicológico.

La reconstrucción mamaria se puede realizar tanto con prótesis como con tejidos propios, y puede ser total o parcial. La operación es llevada a cabo por un cirujano plástico especializado, quien analizará a la paciente y le recomendará las opciones y las técnicas que mejor se adapten a sus circunstancias. En función de cómo sea la reconstrucción, se diferencia entre:

- Reconstrucción mamaria total: se realiza en aquellas mujeres que han perdido la totalidad de la mama. Puede hacerse con expansor-prótesis (no son necesarios tejidos de otra parte del cuerpo y está especialmente recomendado en pacientes sin suficiente tejido dermograso), con músculo dorsal ancho con prótesis (se utiliza tejido propio de la paciente y un implante mamario) o con tejidos de la propia paciente (solo se utiliza el tejido de la paciente, evitando así riesgo de rechazos y consiguiendo una apariencia más natural).

- Reconstrucción mamaria parcial: indicado para pacientes a las que se les ha extirpado una parte de la mama. Se pueden realizar dos procedimientos, la técnica de desplazamiento (para zonas pequeñas, con suficiente tejido circundante) y la técnica de reemplazamiento (para zonas extensas que no es posible reparar con tejido circundante). Generalmente, el resultado final no presenta un aspecto simétrico con la mama original, y puede producir defectos que ocasionan una apariencia antiestética.

- Técnicas complementarias, como la reconstrucción del complejo areola-pezón y la simetrización de la mama contralateral.

- Tratamiento del linfedema, una patología que afecta hasta al 40% de las mujeres que han padecido cáncer de mama y que impide que el líquido linfático circule de forma correcta, acumulándose en el compartimento intersticial. Con el objetivo, se disminuye el volumen y se recupera la funcionalidad.