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Terapia de resincronización cardiaca

La terapia de resincronización cardiaca ofrece una solución efectiva para todas aquellas personas que sufren insuficiencia cardiaca. Se trata de un tratamiento cuyo objetivo es poner solución a la desincronización del ritmo cardíaco (el cual puede ser intra e interventricular) mediante la implantación de marcapasos biventriculares, los cuales consiguen estimular tanto el ventrículo derecho como el izquierdo para que se contraigan simultáneamente.

Para implantar un marcapasos biventricular se lleva a cabo un procedimiento similar al de los marcapasos comunes. En la mayoría de los casos, el paciente accede a quirófano con anestesia local. Allí, el equipo médico pasa a colocar un electrodo en la aurícula derecha y dos electrodos en los ventrículos. Estos electrodos no son iguales. Por un lado, el ventrículo derecho portará un electrodo convencional, mientras que en el ventrículo izquierdo los facultativos insertarán un electrodo especial, utilizando para ello el sistema venoso cardiaco. La colocación de ambos dispositivos es permanente y estarán conectados a un marcapasos que se implanta bajo la piel.

Una vez finalizado el proceso, el paciente debe permanecer hospitalizado durante dos o tres días. Durante este periodo de tiempo se monitoriza su estado para comprobar que no hay complicaciones. Si todo funciona correctamente, recibirá el alta hospitalaria y solo tendrá que acudir de nuevo al centro médico para el recambio de las baterías del marcapasos, las cuales tienen una duración aproximada de seis años.

La mejora en las condiciones de vida de los pacientes que se someten a la terapia de resincronización cardiaca son inmediatas. El marcapasos biventricular consigue no solo mejorar los síntomas derivados de una insuficiencia cardiaca, sino que también puede utilizar de forma conjunta con un desfibrilador para tratar las posibles arritmias que pueden presentar los pacientes que sufren de esta patología.