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Terapia hormonal sustitutiva

La menopausia es una etapa llena de cambios para muchas mujeres. El descenso de los niveles de estrógenos en la sangre es la principal causa de los síntomas que acarrea: sudoración, mareos, trastornos del sueño, etc. La terapia hormonal sustitutiva aporta estrógenos o derivados, lo que frecuentemente permite solucionar todos estos problemas causados por la menopausia.

La terapia debe ser recomendada por un especialista, quien evaluará las necesidades de su paciente y valorará si los síntomas pueden revertirse siguiendo determinados hábitos de vida (práctica de deporte, abandono del tabaco…). En caso de considerarse necesaria, la terapia hormonal sustitutiva puede administrarse por diversas vías, como parches transdérmicos, implantes subcutáneos o sprays de absorción, entre otros.

Antes de iniciar el tratamiento, la paciente se someterá a diversas pruebas para descartar otras patologías ginecológicas que puedan estar contraindicadas con la terapia. Además, las mujeres que conserven el útero también deben recibir un tratamiento con progesterona, pues permite prevenir lesiones en el endometrio.

Algunas de las contraindicaciones que hay que tener en cuenta a la hora de empezar una terapia hormonal son: patología de la vesícula biliar, riesgo genético de trombosis venosa, enfermedad hepática activa, hemorragia vaginal anormal… Asimismo, se han registrado efectos secundarios tales como cefáleas, tensión mamaria y molestias en la zona del bajo vientre. Según los estudios realizados, existe una vinculación entre el desarrollo de cáncer de endometrio y el consumo de estrógenos como parte de una terapia. Por esto, es fundamental combinar el tratamiento con la ingesta de progesterona, lo que inhibe el desarrollo de las células cancerosas.

La terapia hormonal sustitutiva debe suministrarse durante el menor tiempo posible, evaluando en todo momento la relación riesgo-beneficio en cada paciente. En cualquier caso, nunca debe superar los 5 años y debe ser controlada en todo momento por un profesional médico que evalúe la evolución y mejora de la sintomatología.