Enfermedades

Glosario de enfermedades

Dolor

El dolor es subjetivo y depende de la tolerancia que cada paciente. La escala numérica del dolor lo cuantifica del 0 al 10 como si fuera una constante vital más, según la percepción del paciente sobre su intensidad.

Si el dolor se mantiene más de 3-6 meses, se considera crónico y requiere tratamiento. El 90% del dolor crónico se puede aliviar y los resultados son muy satisfactorios.

Algunos dolores frecuentes son:

DOLOR CERVICAL

La cervicalgia es una de las molestias más comunes hoy día. Suele deberse a sobrecargas musculares provocadas por hábitos desaconsejables y posturas cotidianas. A veces se trata de un dolor localizado en el cuello mismo y otras es un dolor que se extiende a los brazos, a la cabeza o a la espalda. Se puede sentir hormigueo y adormecimiento en los dedos de la mano, dolor en la nuca o notar mareo y náuseas.

Con radiografías simples se pueden ver las vértebras cervicales y realizar un diagnóstico, que a menudo permite determinar la causa de dolor cervical y prescribir un tratamiento adecuado.

El dolor cervical puede ser el resultado de anomalías en las partes blandas, músculos, ligamentos, discos y nervios, así como en las vértebras y sus articulaciones. La causa más común de dolor cervical son las lesiones de las partes blandas, debidas a traumatismos o deterioro progresivo.

El dolor cervical también puede producir mareos que acompañan la rigidez o dificultad de movimiento de la zona.

DOLOR EN EL CODO

El antebrazo está formado por dos huesos, el cúbito y el radio, que se articulan entre sí en sus extremos superior e inferior para hacer posible la pronosupinación. Si se altera la rotación del antebrazo por cualquier causa, puede producir dolor.

La afección más común es el codo de tenista o epicondilitis . Se trata de una afección extraarticular caracterizada por dolor y sensibilidad de la inserción de los músculos extensores del antebrazo. La causa puede ser un esfuerzo reiterado de estos músculos extensores por la práctica deportiva (frecuentemente tenis).

DOLOR EN EL HOMBRO

El hombro es una articulación compleja y presenta una patología muy frecuente y variada. Es la articulación que se luxa con más frecuencia y especialmente en personas jóvenes y deportistas. En ocasiones se produce como secuela una inestabilidad residual y múltiples episodios de luxación.

El dolor en el área del hombro puede ser problema local de la articulación o estar relacionado con un problema originado en otro lugar. Sin embargo, la patología más frecuente es de origen inflamatorio o traumático. Como síntomas más habituales, el dolor (local o irradiado) y la pérdida de movilidad.

DOLOR EN LA MANO

El dolor en la mano puede tener muy diversas causas. El tratamiento de las lesiones de la mano tiene como objetivo principal la recuperación de la función.

Artrosis de la mano La presentación de la artrosis en las pequeñas articulaciones de la mano es muy frecuente. En algunos casos aparecen deformidades de los dedos y muy frecuentemente engrosamiento. Los nódulos de Heberden en las articulaciones distales y los nódulos de Bouchard en las proximales son signos característicos de la artrosis. La localización más habitual es en las interfalángicas distales y en la base del pulgar a nivel de la articulación trapeciometacarpiana que se denomina rizartrosis.

Fracturas de la mano Las fracturas de la mano son muy frecuentes, sobre todo de las falanges. Con frecuencia la causa es por un traumatismo (accidentes de tráfico, aplastamientos, accidentes deportivos, juegos, accidentes domésticos, etc.)

El tratamiento es ortopédico en la mayoría de los casos. Es importante la reducción correcta de las fracturas para evitar deformidades rotacionales o angulares.

Infecciones agudas en la mano La mano es un lugar de predilección para las heridas y quemaduras producidas por objetos de trabajo o de uso doméstico. La mayoría de las lesiones graves de la mano se deben a la inexperiencia o por no tomar las debidas precauciones en el uso de máquinas o instrumentos.

Son muy frecuentes y si no se tratan en forma correcta pueden dar lugar a una incapacidad funcional prolongada e incluso secuelas con gran limitación de la capacidad laboral. La rehabilitación y la utilización de férulas pasivas o dinámicas son imprescindibles para conseguir resultados favorables.

DOLOR LUMBAR CRÓNICO

El dolor lumbar crónico es el dolor que nace en la zona lumbar baja y que persiste en el tiempo. Puede estar asociado a dolor ciático (compresión del nervio ciático) o presentarse aisladamente. La mayoría de la población presentará o habrá presentado alguna vez en su vida algún episodio de dolor lumbar agudo que ha durado entre unas horas y varios días.

Es una enfermedad que surge a partir de los 40 años debido a la degeneración de la columna vertebral y es la principal causa de absentismo laboral.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

- Dolor persistente en zona lumbar baja

- Dolor irradiado a zona inguinal, glúteo, muslo

- Dificultad para andar

DOLOR PÉLVICO CRÓNICO

Se entiende por dolor pélvico crónico el dolor de localización pélvica, es decir en el abdomen bajo, que evoluciona por un periodo superior a 6 meses.

A pesar de que, en numerosas ocasiones, se intentan atribuir los síntomas dolorosos a causas orgánicas específicas, no es fácil clasificar de manera simple las causas del dolor pélvico crónico.

Puede llegar a resultar muy incapacitante para la mujer y es por eso que hay que ser minuciosos a la hora de diagnosticarlo e indicar el tratamiento idóneo en cada caso.

Los síntomas más habituales son:

- Sangrado menstrual abundante.

- Sangrado entre menstruaciones.

- Ausencia de menstruación.

- Dolor persistente en abdomen bajo.

DOLOR TORÁCICO

El dolor torácico es cualquier molestia o sensación anómala presente en la región del tórax. Es un síntoma frecuente de consulta médica; solo en los servicios de Urgencias representa el 4-6% de las consultas totales.

Es un dolor que conlleva, con frecuencia, una gran angustia en el paciente puesto que puede ser un síntoma de patologías graves e incluso mortales. Siempre que no haya una causa traumática clara, habrá que hacer una radiografía de tórax y un electrocardiograma con objeto de descartar las causas potencialmente más graves.

Conviene, por tanto, consultar ante cualquier dolor torácico crónico (opresivo o punzante) de causa no conocida. Si la aparición del dolor es aguda y más si se acompaña de fiebre, malestar general o sensación disneica (falta de aliento), es prioritario acudir con prontitud a un servicio de Urgencias.