Crecimiento prostático: alternativas mínimamente invasivas

Hospitales Universitarios San Roque están a la vanguardia en las alternativas mínimamente invasivas para tratar el crecimiento prostático. Los doctores Héctor Ajubita Fernández. Jefe del Servicio de Urología del Hospital San Roque en Las Palmas de Gran Canaria, y Pablo Juárez del Dago. Jefe del Servicio de Urología del Hospital San Roque Maspalomas, atesoran una reconocida y exitosa experiencia en este campo.

La próstata es una glándula exclusiva del varón que se sitúa por debajo de la vejiga y que cumple una importante función en la reproducción humana. Es atravesada por la uretra, un conducto que sale de la vejiga y conduce la orina a través del pene hacia el exterior cuando queremos orinar.

Conforme el varón envejece el tamaño de la próstata va aumentando y normalmente comprime ese túnel (la uretra) que la atraviesa para conducir la orina hacia el exterior provocando una obstrucción progresiva, lo que se conoce como Hipertrofia Benigna de Próstata o HBP, mucho más frecuente a partir de los 50 años aunque puede verse en hombres más jóvenes.

Los síntomas de la HBP obstructiva son progresivos y generalmente bien tolerados al principio porque nos vamos adaptando a ellos. Algunos de estos síntomas son el aumento del número de veces que vamos a orinar, disminución de la fuerza y caudal o chorro entrecortado, goteo, dificultad para iniciar la micción, sensación de no poder retrasar las ganas de orinar, escapes de orina… A veces estos síntomas son bien tolerados por el paciente y se desarrolla una insuficiencia renal sin ser consciente de ello. 

Este es uno de los motivos por los que se aconsejan las revisiones de próstata de forma periódica. El tratamiento se instaura en función de los síntomas y pruebas realizadas y, en general, se trata con fármacos en primer lugar, reservando el tratamiento quirúrgico si éstos resultan ineficaces o existen complicaciones.

Respecto al tratamiento quirúrgico, las técnicas convencionales como la RTU de próstata o la prostatectomía abierta siguen teniendo plena vigencia pero consideramos que el uso de la CIRUGIA LÁSER TRANSURETRAL tiene unas ventajas importantes: menor tiempo de ingreso hospitalario, menor tiempo de necesidad de sonda uretral, mucho menores complicaciones de incontinencia urinaria y, en casos seleccionados, de eyaculación retrógada. Y, sobre todo, la muy superior coagulación de los vasos sanguíneos que nos ofrecen las técnicas con láser hace que el sangrado sea mínimo y la transfusión de sangre sea innecesaria, mostrando una especial eficacia cuando se trata de pacientes con tratamientos anticoagulantes o con enfermedades concomitantes.

La intervención se realiza introduciendo una fibra láser a través de la uretra del paciente sin necesidad de realizar incisiones en la piel, eliminando la próstata que obstruye la salida de la orina mediante vaporización o enucleación prostáticas, dependiendo del tamaño de la glándula.

En cuanto a los tipos de láseres, Hospitales Universitarios San Roque dispone de los tres tipos principales: El Láser Verde de última generación;  el Láser Holmium; y Láser de Tulio.

Todos los sistemas de láser han demostrado ser eficaces y permiten una incorporación más rápida del paciente a su actividad habitual, pudiendo incluso realizarse en régimen ambulatorio (sin ingreso hospitalario) en algunos casos.

Como novedad dentro de los tratamientos mínimamente invasivos para la Hiperplasia Benigna de Próstata, hemos adoptado recientemente la cirugía transuretral mediante VAPOR DE AGUA (REZÜM). Consiste en introducir vapor de agua dentro de la próstata del paciente a través de la uretra.

El responsable del Servicio de Urología de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas de Gran Canaria, Héctor Ajubita, es el primer urólogo en Canarias acreditado para llevar a cabo esta práctica puntera. Se trata, afirma el especialista, de “una intervención que se realiza de forma transuretral, mínimamente invasiva y que se realiza sin necesidad de ingreso hospitalario con una sedación anestésica de corta duración (la intervención dura de 5 a 10 minutos). Por esta razón permite tratar pacientes con patologías de alto riesgo quirúrgico o edad muy avanzada.

Presenta además la ventaja de que la práctica totalidad de los pacientes tratados mantienen la eyaculación, evitando la falta de la misma o eyaculación retrógada que sucede con otras técnicas sin que se afecte la erección, algo muy importante para los pacientes más jóvenes y sexualmente activos. Y permite olvidarse de los efectos secundarios del tratamiento farmacológico de la HBP como la fatiga, hipotensión, disfunción eréctil, congestión nasal y, naturalmente, la eyaculación retrógada.”

Según el Dr.Ajubita, esta técnica no va a desplazar al resto de intervenciones, especialmente el láser transuretral, pero es una opción a tener muy en cuenta. En su opinión, “una valoración adecuada del paciente y un tratamiento personalizados son la clave para conseguir un resultado satisfactorio con los menores efectos secundarios.”

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