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Día Nacional del Niño con Cáncer
Oncología

Día Nacional del Niño con Cáncer

El cáncer es una enfermedad que en muchas ocasiones acaba con nuestra vida, pero resulta aún más duro si quien lo sufre es un niño. Aunque es poco frecuente, se trata de la causa de mayor mortalidad en los niños entre los 5 y 14 años, y la segunda causa entre los niños de 15 a 24 años, después de los accidentes.

El Día Nacional del Niño con Cáncer tiene por objetivo concienciar a la sociedad de esta enfermedad, para lo cual las asociaciones de familias realizan actos en toda toda España, recordando que algunos cánceres infantiles son curables casi en un 75%.

¿El cáncer se hereda?

A diferencia de los cánceres del adulto, asociados a factores de riesgo (tabaco, asbestos, bencenos), se desconoce la causa de los tumores pediátricos. Algunos, muy pocos, son claramente hereditarios pero es conveniente, de existir antecedentes familiares, recurrir a Unidades de Cáncer Hereditario y Consejo Genético para realizar las pruebas oportunas. Según estudios recientes, el 5% de los tumores en la infancia presentan cierta predisposición genética. 

Los cánceres más frecuentes en los niños son las leucemias, siguiéndoles en frecuencia los tumores del sistema nervioso central, los linfomas otros tipos de tumores, la mayoría específicos de la edad pediátrica. Según datos del Registro Español de Tumores Infantiles, en nuestro país se diagnostican 155 casos por millón de niños entre 0 y 14 años, mientras que en la adolescencia (de 15 a 19 años), la incidencia es incluso superior.

Cuándo sospechar que un niño tiene cáncer

Dado que el tumor puede surgir en cualquier órgano, sus manifestaciones son muy diversas: puede haber palidez, sangrados anormales o crecimiento de órganos, especialmente cuando están afectados los ganglios, el bazo, el riñón o el hígado. En el caso de los tumores cerebrales los síntomas varían aún más, siendo las cefaleas y vómitos matutinos la principal señal. A pesar de lo que se cree, y aunque puede ocurrir, la pérdida de apetito y/o peso no son tan frecuentes.  

El diagnóstico

Ante la sospecha de que un niño esté padeciendo un cáncer, bien porque lo detecta su familia o su pediatra, es imprescindible remitirlo a las unidades especializadas de referencia donde, por lo general, será valorado por equipos multi e interdisciplinares (que suelen estar formados por oncólogos pediátricos, cirujanos, radioterapeutas, anatomopatólogos, etc.), quienes decidirán las exploraciones necesarias para realizar un diagnóstico preciso del tipo de tumor y su extensión, estableciendo a continuación un plan de tratamiento adecuado según las recomendaciones de los Comités de Oncología Pediátrica.

Los tratamientos

Siempre adaptados al diagnóstico y al riesgo, existen tratamientos diferentes que pueden aplicarse solos o combinados, e implican cirugía, quimioterapia y radioterapia, aunque los efectos secundarios a largo plazo de esta última limitan su utilización. Actualmente se están desarrollando nuevas modalidades de tratamiento —como la inmunoterapia o las dianas moleculares— cuyo objetivo es ser más específicos contra el tumor y provocar menos efectos secundarios. 

La curación

El pronóstico del cáncer infantil ha mejorado progresivamente en las últimas décadas, evolucionando de tasas de curación menores al 5% en los años 60 a las tasas de hoy en día, en torno al 75– 80%. Lamentablemente, no todos los tumores tienen pronósticos tan favorables: algunos tipos se curan en el 100% de los casos, sin embargo otros no alcanzan el 10% de curaciones, por lo que desde distintos sectores de la sociedad se pide intensificar los medios y la investigación para encontrar nuevos tratamientos, más eficaces y menos tóxicos. 

¿Qué hacer? 

El diagnóstico de cáncer en un niño afecta a toda la familia, originando no sólo numerosos efectos secundarios a los pacientes, sino problemas sociales, psicológicos y educativos en todo su entorno afectivo. Los niños y adolescentes con cáncer deben tratarse en Unidades de Oncología Pediátrica especializadas que dispongan igualmente de medios y personal sanitario especializado para poder atender de manera integral las necesidades del niño y su familia. Igualmente, en todas las regiones suele haber asociaciones que ofrecen ayuda y recursos a las familias que se ven en esta circunstancia, entendiendo que la supervivencia al cáncer infantil compromete a toda la sociedad en una tarea no se puede eludir.  

 

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