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¿Dolores reumáticos? No, gracias
Reumatología

¿Dolores reumáticos? No, gracias

Las enfermedades reumáticas engloban más de cien trastornos que afectan las articulaciones, los tendones, los ligamentos, los huesos, los músculos y, en algunos otros padecimientos relacionados, a órganos o sistemas como el corazón, el riñón y el pulmón. «Algunas son poco frecuentes», señala Ángeles Acosta Mérida, reumatóloga en Hospitales San Roque Las Palmas, Maspalomas y Vecindario, «pero en las consultas tenemos claro que las ‘reinas’ son la artritis reumatoide (artropatía inflamatoria) y la artrosis (artropatía degenerativa); curiosamente también son las dos dolencias sobre las que existe mayor confusión».

¿Qué tengo? «La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta sobre todo a las articulaciones, su prevalencia es mayor en la población femenina que en la masculina —de dos a tres veces más—, puede iniciarse a cualquier edad pero tiene un pico de presentación sobre los 40-50 años», continúa la doctora Acosta, «y aunque se desconoce con exactitud su causa, deben coincidir varias circunstancias —como una predisposición genética y factores ambientales — para que se desarrolle». Esta es la más incapacitante de las enfermedades reumáticas: según la Sociedad Española de Reumatología hay más de 200.000 españoles afectados y, cada año, se diagnostican 20.000 casos nuevos. «Se caracteriza por provocar una inflamación en la membrana sinovial (la que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones y los tejidos circundantes» —prosigue Acosta— «y esa inflamación es la responsable del dolor, la hinchazón visible, la sensación de rigidez que se siente por las mañanas y la pérdida de la movilidad articular. Si la inflamación no se controla, puede dañar los huesos, ligamentos y tendones que hay alrededor de la articulación, causando deformidad progresiva e incluso limitación para realizar movimientos y tareas cotidianas», alerta Acosta Mérida.

Muchos de los 200.000 españoles que padecen artritis reumatoide no lo saben

En cuanto a la artrosis, «se trata de una enfermedad degenerativa articular muy frecuente que puede ocasionar crisis de inflamación pero no es la norma; aparece a edad avanzada y se caracteriza por la destrucción del cartílago que recubre las superficies óseas articulares». A diferencia de la artritis reumatoide, «la vamos a sufrir todos porque implica una degeneración del cartílago natural aparejado a la edad, pero no afecta a otros órganos, por lo tanto no es sistémica».

¿Qué hago ante estos síntomas? «Solicitar un diagnóstico cuanto antes», enfatiza la reumatóloga, «no sólo para diferenciar la artrosis de la artritis reumatoide, sino ésta de otras artritis; para ello, en los servicios de Reumatología de Hospitales San Roque solicitamos pruebas analíticas y de imagen que nos ayudan también a realizar el seguimiento del paciente y valorar su respuesta a los tratamientos», que suelen ser farmacológicos (para aliviar los síntomas de forma rápida) y no farmacológicos (que incluyen cambios en los hábitos higieno-dietéticos). En las últimas décadas se ha producido una verdadera revolución en el tratamiento de la artritis reumatoide —no sólo por la presencia de los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAMEs), sino también por la aparición de las terapias biológicas—, que bloquean molecularmente el desarrollo de la inflamación y, aunque existen algunas contraindicaciones que tiene que valorar el especialista y no son curativas, han contribuido a cambiar radicalmente el pronóstico de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes: «Hoy en día, una persona con este diagnóstico no tiene por qué resignarse a sufrir dolor para siempre”, recalca la especialista.

Sólo el especialista en Reumatología está capacitado para realizar la monitorización óptima de la enfermedad

Recomendaciones. «A pesar de lo que me digan algunos pacientes, no soy una sádica», bromea la doctora, «sino que hemos podido constatar que la alimentación equilibrada y el ejercicio regular ayudan a mantener un peso adecuado y, por lo tanto, a no sobrecargar las articulaciones». Del mismo modo, abandonar el hábito tabáquico es fundamental, «ya que el tabaco por sí mismo no produce la enfermedad, pero se asocia a mayor susceptibilidad a padecer la artritis reumatoide». Asimismo, el tabaco empeora la artritis: «Algunos de sus componentes aumentan la inflamación, que es casi lo mismo que hablar de una cronificación del dolor si se continúa con la costumbre de fumar cigarros». 

“Los tratamientos alternativos no han demostrado más eficacia”

Ángeles Acosta | Reumatología HHSR«La artritis reumatoide es una enfermedad potencialmente grave, y aunque los llamados ’tratamientos alternativos’ se han puesto de moda para el control sintomático en casos muy concretos de otras enfermedades, ninguno ha demostrado hasta el momento controlar mejor ésta u otras inflamaciones», asegura la reumatóloga Ángeles Acosta, quien continúa: «Mucha gente se ilusiona con estas posibilidades, pero la mejoría parcial de los síntomas sólo se produce en un porcentaje irrelevante y se da en pacientes con una fe previa en que un tratamiento, sea el que sea, les va a funcionar: es el conocido como ‘efecto placebo’. Para que una medicina o un fármaco convenza a la comunidad científica y los controles establecidos, deben demostrar que son más eficaces que los ya existentes y que es mejor que no dar nada (el placebo). Es verdad que en las dolencias reumatológicas, como en otros campos, nos falta mucho por investigar y por saber, pero tampoco hay duda de que la Medicina convencional —y la Reumatología en particular— está ofreciendo mejores soluciones que ningún tratamiento alternativo. Por lo tanto, estos se deben tomar con todas las reservas y asegurarse al menos de que el profesional que los prescribe está avalado por un colegio profesional, y la medicina a la que recurre por el Ministerio de Sanidad». Ante el diagnóstico de artritis reumatoide, el proceso debe ser supervisado por un especialista en Reumatología con monitorización estrecha del paciente para un control óptimo de su enfermedad. 

Más información sobre el servicio aquí.

 

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