Noticias

Te ponemos al día de nuestras novedades

Hospitales San Roque Vecindario incorpora la cirugía percutánea del pie
El servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica comienza a abordar quirúrgicamente las lesiones y deformidades más frecuentes de los pies. Por Edwin Pantaleón Rodríguez

Hospitales San Roque Vecindario incorpora la cirugía percutánea del pie

El pie humano es una estructura tridimensional variable formada por huesos, músculos y otros tejidos conectivos. Está constituido por 28 huesos, 33 complejas articulaciones, más de 40 músculos y tendones y alrededor de cien ligamentos estructurados para trabajar juntos en la distribución de las fuerzas originada en el desplazamiento, de modo que no suframos lesiones ni dolor. En posición bípeda, es la única parte del cuerpo en contacto con el suelo y actúa como base del servomecanismo debido a la propioceptividad originada en la planta del pie.

 

Los problemas del pie más habituales que se solemos ver en las consultas de Traumatología, son:

Hallux valgus o juanetes. El hallux es el dedo gordo del pie. A veces se desvía hacia afuera (se ‘valguiza’, de ahí su nombre), y el primer metatarsiano se desvía hacia adentro. El resultado es una excesiva prominencia ósea en la región interna del antepie. En muchas ocasiones, esa desviación desplaza también el segundo dedo, que adquiere una deformidad en garra, en una asociación muy frecuente. Se relaciona con el calzado y una predisposición genética. 

Hallux valgus o juanete

Dedos 'en garra'. El dedo en garra y dedo martillo consisten en una contracción de las articulaciones que pueden llevar a experimentar presión y dolor. Cuando los ligamentos y tendones se endurecen, causan que las articulaciones de cualquier dedo, excepto el hallux, se doblen hacia abajo. Existen dos tipos de dedo en garra: flexible y rígido. En el primero, el dedo puede moverse y enderezar manualmente; en el rígido se pierde esta movilidad, siendo muy limitada y dolorosa. La diferencia del dedo en garra y el dedo martillo radica en qué parte de la articulación se presenta la afección. Los especialistas distinguimos entre los verdaderos dedos en garra, los dedos en martillo, los dedos en maza, la clinodactilia, los dedos infraductus, supraductus, etc. Cualquiera de esas deformidades puede causar molestias con el calzado y se pueden tratar con Cirugía Percutánea.

 

Metatarsalgia. En sí no es una deformidad, sino un dolor que se manifiesta en la región anterior y plantar del pie cuando andamos, e incluso en reposo. La de origen mecánico es la más común y se acompaña de callosidades, originadas por un mayor crecimiento y engrosamiento de la piel en un intento de 'defenderse' de una carga excesiva sobre uno o varios metatarsianos.

Cirugía percutánea, la solución

La cirugía percutánea del pie —también conocida como cirugía MIS, por las iniciales del inglés Minimal Incision Surgery—, es un método quirúrgico con el que realizamos intervenciones a través de incisiones mínimas, sin exposición directa de los planos quirúrgicos y minimizando los traumas a los tejidos próximos. La intervención se realiza con un control radiológico que nos permite orientar los gestos quirúrgicos a realizar. Las cicatrices se vuelven imperceptibles con el tiempo.

Aunque las incisiones son mínimas, la percutánea no puede considerarse una cirugía menor, ya que a través de ellas también podemos realizar técnicas quirúrgicas mayores e incluso muy agresivas, de modo que es fundamental que sea realizada por cirujanos expertos, extremando tanto la preparación del paciente como las medidas de esterilización. 

Prácticamente en la totalidad de los casos sólo se utiliza anestesia loco-regional (desde el tobillo hacia el pie), disminuyendo así, de una manera muy significativa, las posibles complicaciones anestésicas. Al ser una cirugía absolutamente ambulatoria, una vez finalizada la intervención y en el mismo quirófano, se coloca al paciente un zapato post-quirúrgico con el que podrá caminar desde ese momento. La primera revisión se suele realizar una semana después para retirar los puntos. En este periodo de tiempo, la persona intervenida mantendrá el zapato post-quirúrgico y, a partir del mes, podrá utilizar calzado normal de manera progresiva.

La incorporación a las actividades familiares, sociales o laborales que no requieran de esfuerzo importante o largos periodos en pie, podrán realizarse desde el mismo día de la intervención, pero siempre utilizando el zapato post-quirúrgico. La incorporación a la actividad laboral dependerá de la intensidad de la misma. Durante la utilización del zapato post-quirúrgico no se podrá conducir.

En cuanto a la actividad deportiva, podrá iniciarse a las dos o tres semanas, evitando ejercicios de salto o rebote hasta pasados dos meses, aproximadamente. 

A pesar de las técnicas quirúrgicas utilizadas para el tratamiento de las deformidades del pie, estas pueden reaparecer: dependerá en algunas ocasiones de las características anatómicas del pie y, en otras, de haber utilizado una técnica insuficiente (independientemente de que sea abierta o percutánea) para ese caso particular. Existe, sin embargo, entre un 85% y 90% de buenos y excelentes resultados en la bibliografía médica.

Aunque así se ha afirmado, es absolutamente falso que la cirugía percutánea del pie se realice con láser. Posiblemente la confusión popular provenga de denominar 'cirugía láser' a cualquier técnica realizada a través de incisiones milimétricas; aunque también ha sido utilizada en ocasiones por algunos profesionales, intentando transmitir una mayor modernidad y una tecnología superior.

Al igual que la cirugía tradicional, existen algunas contraindicaciones que desaconsejan la utilización de esta técnica: en algunas ocasiones será una contraindicación absoluta y, en otras, relativa; deberá ser el especialista, junto con paciente, quien decida la idoneidad o no de utilizar técnicas percutáneas.

Como en toda la cirugía abierta o percutánea, pueden presentarse complicaciones: unas generales como problemas anestésicos, alergias, etc.; y otras locales, como infección recidiva de la deformidad, retardo de consolidación, inflamación persistente, etc.

Otros problemas de los pies que también pueden ser tratados con Cirugía Percutánea: 

Hallux Limitus y Hallux Rigidus. Es un déficit de la movilidad del hallux (dedo gordo) a la extensión, con pérdida de flexión dorsal. Produce dolor en la región dorsal de la primera articulación metatarso-falángica, en la base del dedo gordo. Si la articulación no está deteriorada, hablamos de Hallux Limitus. Si la pérdida de movilidad es mayor y con rigidez,  estamos ante un Hallux Rigidus. 

Juanetillo de Sastre. Es una protusión ósea lateral en la base del quinto dedo, que  puede estar desviado hacia adentro (varizado), hacia el cuarto dedo. Es como un juanete del dedo pequeño, un juanetillo. 

 

Talalgia o Fascitis Plantar. También se conoce como espolón calcáneo. Se debe a una retracción de la fascia plantar, estructura que estabiliza el arco longitudinal que tenemos en la planta del pie. El dolor se focaliza en el talón y es muy intenso en los primeros pasos tras levantarnos o estar sentados un largo periodo. Después de caminar, disminuye el dolor, pero vuelve  a aumentar cuando andamos mucho o al final de la jornada.

Neuroma de Morton. Es una irritación de uno/s de los nervios interdigitales, más frecuente entre el tercer y cuarto dedo. Es un dolor tipo ‘quemazón’ que se relaciona con un calzado apretado por la característica sensación de alivio que se siente al quitárselo. El roce de la sábana con la zona afectada también es desagradable.

Ir a→ Consultas Médicas HSR Vecindario

Más información sobre el servicio aquí

Compartir: