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La toxina botulínica, un remedio eficaz para la incontinencia urinaria
Diego Laverde, urólogo en Hospitales Universitarios San Roque, explica la incorporación de la toxina botulínica como tratamiento para la pérdida involuntaria de orina.

La toxina botulínica, un remedio eficaz para la incontinencia urinaria

 

El urólogo Diego Laverde explica las ventajas de este novedoso tratamiento que ha adoptado con “muy buenos resultados” Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas.

El Servicio de Urología de Hospitales Universitarios San Roque ha incorporado a su carta de tratamientos de la vejiga hiperactiva y la incontinencia urinaria la prescripción de la toxina botulínica (bótox), una opción, explica el doctor Diego Laverde, que está dando “muy buenos resultados”.

Existen diversas modalidades terapéuticas para tratar la vejiga hiperactiva y la incontinencia urinaria, entre ellas el uso de anticolinérgicos o los B3 adrenérgicos. Y con el mismo objetivo se utiliza desde hace poco la toxina botulínica (bótox). Esta toxina se administra en dosis pequeñas directamente en los tejidos de la vejiga produciendo parálisis flácida de los músculos de la vejiga con el objetivo es conseguir que la vejiga aumente de capacidad y que no se produzcan contracciones involuntarias del músculo con la finalidad de reducir la frecuencia de micciones y episodios de incontinencia urinaria precedidos de urgencia”, señala el doctor Laverde.

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, lo cual “condiciona un problema higiénico y/ o social y que puede demostrarse objetivamente. La vejiga hiperactiva ocasiona necesidad urgente y repentina de orinar. Esa necesidad puede ser difícil de controlar y a vejiga hiperactiva puede llevar a la pérdida involuntaria de orina (incontinencia). En resumen, si tenemos vejiga hiperactiva es posible que sintamos una necesidad imperiosa de orinar que es muy difícil de controlar; pérdida involuntaria de orina precedida de deseo urgente de orinar, que orinemos entre con frecuencia, entre ocho y diez veces en un período de 24 horas o que nos despertemos durante la noche al menos dos o tres veces para ir al baño”, explica el urólogo.

La presencia de estos síntomas “provocan angustia, incluso aislamiento y pueden llegar a afectar a la calidad de vida social y laboral del paciente”, advierte el doctor Laverde.

Limitar el consumo de tabaco y de alcohol, realizar ejercicio de forma regular y llevar una dieta saludable que evite el estreñimiento son algunos de los consejos para prevenir y tratar la vejiga hiperactiva, al tiempo que fortalecer los músculos del suelo pélvico mediante ejercicios específicos. Sin embargo, en muchas ocasiones hay que recurrir al tratamiento farmacológico y, en este caso, el uso de la toxina botulínica es una de las estrategias que están dado “muy buenos resultados”. Además, “se trata de un procedimiento de duración muy corta, aproximadamente cinco minutos, totalmente indoloro para el paciente pues se realiza bajo sedación profunda y de recuperación temprana pues en unas tres horas se recibe el alta hospitalaria”, explica el especialista de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas.

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