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Estenosis de uretra, un problema más frecuente de lo que suponemos
Los síntomas pueden confundirse con una afección prostática en el varón o con infecciones urinarias recurrentes en la mujer, explica el doctor Ajubita, jefe del Servicio de Urología de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas.

Estenosis de uretra, un problema más frecuente de lo que suponemos

La estenosis de uretra, es decir, la estrechez del conducto de la uretra, produce “dificultad para orinar o, al menos, para vaciar completamente la vejiga, lo que a largo plazo producirá infecciones de orina, incontinencia o pérdidas, chorro flojo y entrecortado, sensación de urgencia y aumento de la frecuencia miccional”, señala el doctor Héctor Ajubita, jefe del Servicio de Urología del Hospitales Universitarios San Roque. Se trata, añade el especialista, “de un problema de salud mucho más frecuente de lo que solemos suponer y un reto quirúrgico”.

Para empezar, se debe realizar “un diagnóstico certero ante unos síntomas que pueden confundirse con una afección prostática en el varón o un problema de infecciones urinarias recurrentes o vejiga dolorosa en la mujer”, advierte el doctor Ajubita. “La uretra es el conducto que vehicula la orina desde la vejiga urinaria, lugar donde se almacena, hasta el exterior. En el varón es un conducto mucho más largo y atraviesa la glándula prostática, con una morfología curva. En la mujer es un conducto más corto y accesible. La estenosis de uretra se confunde con mucha frecuencia con el crecimiento obstructivo de la próstata, afección mucho más frecuente en relación con el envejecimiento natural del hombre”, añade el especialista.

Si no se trata, según pasa el tiempo “la situación puede empeorar y provocar la destrucción del músculo de la vejiga tras años de trabajar a gran presión, lo que puede provocar incapacidad para orinar (retención urinaria crónica), ascenso de la orina a los uréteres o riñones desde la vejiga e insuficiencia renal irreversible, aún teniendo el paciente la sensación de encontrarse perfectamente y de orinar confortablemente”.

La causa de la estenosis de uretra, explica el doctor Ajubita, “puede ser congénita (de nacimiento), traumática, infecciosa, por manipulación del tracto urinario inferior (sondas, cirugía transuretral…), inflamatoria e incluso desconocida. Mención aparte merece la Balanitis Xerótica Obliterante (BXO), afección de probable causa autoinmune y que al inicio se confunde con una fimosis o estrechamiento del prepucio y que acaba estrechando toda la uretra”. Y además, recuerda el especialista, “las estenosis de uretra no son exclusivas del varón, contrariamente a lo que algunos médicos consideran debido a su diferente anatomía, y ello provoca que muchas mujeres no sean diagnosticadas ni tratadas”.

 

TRATAMIENTO

La estenosis de uretra tiene siempre un tratamiento quirúrgico, señala el urólogo. “La elección de la técnica quirúrgica más adecuada para cada paciente es fundamental, así como informar con rigor tanto de la enfermedad como de la técnica que emplearemos y sus repercusiones”. En casos seleccionados, “de causa congénita, corta longitud y sin fibrosis, puede intentarse una uretrotomía endoscópica, poco invasiva y fácil de realizar, pero con una tasa de éxito de, a lo sumo, el 40% en estos casos favorables. En los demás, el tratamiento es cirugía abierta. Dependiendo de la causa, la localización de la misma y su aspecto se puede optar por realizar exéresis del segmento uretral estrecho y una anastomosis termino-terminal (cortar la zona enferma y volver a unir los cabos), no recomendado si la longitud es mayor de 1-1.5 cm para evitar incurvaciones del pene en erección, u optar por uretroplastias de aumento o sustitución con colgajos de piel o injertos libres. En nuestra experiencia, salvo que sea posible realizar una uretroplastia termino-terminal, solemos optar por los injertos de mucosa bucal (del interior de la boca del paciente), con una tolerancia excelente, el paciente está comiendo al día siguiente, y una muy buena viabilidad de la mucosa en el lecho uretral. En el caso de que sea precisa una sustitución de la uretra enferma (por ejemplo, en una BXO), hacemos una cirugía en dos tiempos: primero extirpamos la uretra enferma y colocamos el injerto de la mucosa bucal en el sitio, y a los cuatro o seis meses se interviene de nuevo el paciente para cerrar la nueva uretra y darle una conformación tubular”.

La recuperación del paciente suele ser “rápida y el ingreso no suele prolongarse más de dos o tres días, aunque la sonda vesical se mantiene, dependiendo de la técnica utilizada, hasta tres semanas”, advierte el doctor Ajubita. Posteriormente “puede ser necesario realizar durante una temporada calibraciones de uretra a nivel ambulatorio para comprobar que la uretra no vuelve a estrecharse, aunque no recomendamos las dilataciones de uretra como tratamiento definitivo de una estenosis de uretra masculina. En las estenosis de uretra femenina se puede intentar realizar dilataciones de inicio y, en función del resultado, plantear una intervención quirúrgica en caso de recidiva. En cuanto a los resultados, la tasa de éxitos es variable en función de las características de la estenosis, pero se aproxima al 85-90%”, explica el especialista de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas.

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