¿Qué es la radioterapia intraoperatoria?

La radioterapia intraoperatoria es considerada como un avance terapéutico que ha revolucionado el campo de la oncología. Su aplicación ha brindado nuevas oportunidades a pacientes que luchan contra diversas formas de cáncer.

Más al detalle, la radioterapia intraoperatoria (IORT) es un procedimiento especializado que implica la administración de una dosis única de radiación de alta precisión durante la cirugía del paciente. Este enfoque terapéutico persigue el objetivo de irradiar en el área quirúrgica directamente a la zona del cuerpo afectada después de la resección del tumor. Una de las ventajas distintiva de la IORT, es su capacidad para enfocar con precisión la radiación en el lecho quirúrgico bajo la directa visión del cirujano y el oncólogo. Por ello, la radiación se da en el momento justo y en el sitio justo,  minimizando la exposición de los tejidos circundantes y preservando así su integridad.

¿Qué pacientes son candidatos o en qué casos/tumores se utiliza la radioterapia intraoperatoria?

La elección de aplicar radioterapia intraoperatoria (RIO) depende, en gran medida, del tipo de tumor, su ubicación, el estadio de la enfermedad y las características individuales del paciente. Hay que reconocer que en muchos centros no se oferta esta técnica a los pacientes al no disponer de la misma. Esto pude suponer una merma de los beneficios de los tratamientos ofertados.

Las indicaciones mas comunes en los que esta técnica se ha convertido en una herramienta terapéutica valiosa.

1. Cáncer de mama 

La radioterapia intraoperatoria en la mama para pacientes en estadios tempranos ha resultado uno de os grandes avances en oncología en lo que va de siglo. La radioterapia se administra en el mismo momento en que el tumor ha sido extirpado mediante una cirugía conservadora de la mama (tumorectomía), mientras la paciente esta anestesiada en quirófano y sule durar alrededor de 20 minutos.
La administración de la radioterapia intraoperatoria ha resultado de una eficacia similar a 5 semanas de Radioterapia externa convencional, en casos de tumores precoces. Además, este tratamiento reduce significativamente la exposición de los tejidos circundantes a la radiación y acorta la duración total del tratamiento, lo que es particularmente beneficioso para el paciente. La mujer se siente más animada y esto repercute en su bienestar.

2.Tumores abdominales: Cáncer colorrectal, páncreas y ginecológico

Además de la radioterapia intraoperatoria para el cáncer de mama, el IORT se aplica también en casos de tumores colorrectales, páncreas y ginecológicos (especialmente cérvix uterino) en situación localmente avanzada. En estos casos la radioterapia intraoperatoria pretende incrementar el control de la enfermedad en casos en la cirugía puede no ser optima y además, alejar los órganos vitales durante la radioterapia, para evitar daños posteriores. Por ello, la radioterapia se administra en el lecho quirúrgico, bajo control del cirujano y el oncólogo y permite alejar otros órganos de la zona de tratamiento. 

3. Sarcomas y tumores de partes blandas

Estos tumores se caracterizan por aparecer en los musculo, la grasa  etc. Son tumores con gran tendencia a reaparecer tras la cirugía y necesitan altas dosis de radioterapia para prevenir la recidiva. Administrar la Radioterapia durante el acto quirúrgico, nos ayuda a administrar una dosis de Radioterapia elevada en el sitio adecuado, que será complementada con dosis más bajas de radioterapia externa convencional. Esta combinación de radioterapia intraoperatoria y radioterapia externa incrementa el control de la enfermedad y minimiza los efectos secundarios.

4. Metástasis y tumores cerebrales primarios.

La enfermedad cerebral oncológica tiene como tratamientos fundamentales la cirugía y la radioterapia. Los tumores malignos cerebrales de alto grado representan una situación difícil en oncología. La administración conjunta de cirugía y radioterapia intraoperatoria podría mejorar las tasas de control de la enfermedad, alargando la supervivencia.

Diversas ventajas médicas de la IORT

Es esencial comprender en la  radioterapia intraoperatoria (IORT) todas sus  ventajas y avances:

1. Precisión y focalización: La IORT se destaca por su precisión milimétrica. La radiación se administra directamente en el lecho tumoral o en la cavidad quirúrgica, para minimizar la exposición de los tejidos circundantes a la radiación. 
2. Evaluación visual y separación de tejidos: La IORT permite la evaluación visual directa del lecho tumoral durante la cirugía, lo que brinda la posibilidad de alejar los tejidos sanos de la zona de radiación. 
3. Reducción del tiempo de tratamiento: reduce significativamente el tiempo total de tratamiento. Esto es especialmente valioso en situaciones en las que la duración del tratamiento puede afectar la calidad de vida del paciente. Un ejemplo muy interesante son los beneficios de la radioterapia intraoperatoria en cáncer de mama y en estadios tempranos, como hemos visto.

Beneficios para el paciente

Los tratamientos buscan siempre los beneficios para el paciente, ya sea de una forma directa o indirecta, y en este procedimiento destacamos:

1. Precisión y mínimos efectos secundarios: La IORT minimiza la radiación en los tejidos sanos circundantes, lo que reduce sustancialmente los efectos secundarios. Esto se traduce en una mejor calidad de vida para los pacientes.
2. Menos sesiones de tratamiento: Este abordaje médico reduce la cantidad total de sesiones de radioterapia. Esto disminuye la carga emocional y física para el paciente, ayudándole significativamente en su lucha contra el cáncer.
3. Resultados clínicos mejorados: Numerosos estudios han demostrado que la IORT es muy útil desde el punto de vista de la mejoría de los resultados clínicos en situaciones médicas complejas, y la mejor calidad de vida de los pacientes al reducir la frecuentación hospitalaria para recibir semanas y semanas de radioterapia convencional.
4. Cirugía más segura: La aplicación de esta técnica durante la cirugía permite una resección más segura y precisa de los tumores, lo que es crucial para lograr resultados exitosos en casos de casos más difíciles.

Conclusión

La radioterapia intraoperatoria ha mejorado la forma en que abordamos el tratamiento del cáncer. Su capacidad para administrar radiación de alta precisión en el momento de la cirugía, minimizando la exposición de tejidos sanos y reduciendo los efectos secundarios, ha proporcionado una nueva esperanza a los pacientes en su lucha contra esta enfermedad.
Aunque no es aplicable a todos los casos de cáncer, su combinación con cirugía ha demostrado mejorar significativamente los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes.

A medida que la tecnología médica continúa avanzando, es probable que la radioterapia intraoperatoria siga desempeñando un papel crucial en la mejora de los resultados oncológicos y la atención al paciente . Siempre hay que tener presente que la información y la consulta con un equipo médico especializado en oncología son esenciales para determinar la mejor combinación de tratamientos posibles en cada caso.