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Día Mundial de la EPOC -Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
Toda persona mayor de 40 años con antecedente de exposición al humo de tabaco o de combustión de biomasa puede tener EPOC y debe realizarse una espirometría.

Día Mundial de la EPOC -Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica

Cada tercer miércoles del mes de noviembre se celebra el Día mundial de la EPOC, Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, que busca educar a las personas sobre este tipo de padecimiento e incentivar en los países, una mejor política de atención para las personas que la sufren.

 

Las enfermedades respiratorias afectan al 25% de la población en España -siendo el asma y la EPOC las más prevalentes donde más afecta la calidad del aire- y suponen la cuarta causa de muerte en nuestro país, con más de 42.000 fallecimientos anuales. A pesar de ello, muchas personas que padecen estas enfermedades no están diagnosticadas ni bien controladas

A pesar de ser la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en adultos y según los últimos estudios publicados la cuarta causa de muerte en España, solo un 3,1 % de la población reconoce de forma espontánea esta enfermedad según los datos del estudio innovador sobre notoriedad y perfil de imagen de la EPOC, la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, que ha impulsado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

 

¿Qué es la Epoc? Es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, por sus siglas EPOC, es una enfermedad grave, compleja y multicomponente.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se caracteriza por la presencia de obstrucción crónica y poco reversible al flujo aéreo, que se asocia a una reacción inflamatoria anómala, principalmente frente al humo del tabaco.

Esta Obstrucción al flujo aéreo se define por la espirometría cuando el cociente volumen espiratorio forzado en el primer segundo/capacidad vital forzada (FEV 1 /FVC) tras broncodilatación es menor de 0,7 (o por debajo del límite inferior de la normalidad en personas mayores de 60 años).

Su presentación clínica es muy heterogénea. Dentro de lo que hoy se denomina EPOC se incluyen  la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. 

La bronquitis crónica es una irritación e inflamación a largo plazo de los conductos bronquiales, las vías respiratorias que llevan oxígeno a los pulmones, que producen una secreción mucosa abundante y en consecuencia tos y dificultad para respirar.

Por su parte, el enfisema pulmonar es un tipo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica en la que los alveolos, las bolsitas de aire de los pulmones, se inflaman y dañan provocando la destrucción del tejido pulmonar

La EPOC se asocia a inflamación crónica con remodelación que afecta a las vías aéreas, parénquima y arterias pulmonares.

La gravedad de la EPOC se clasifica por el valor del FEV 1 posbroncodilatador, estando también relacionado con la existencia de síntomas, atrapamiento aéreo, insuficiencia respiratoria, afectación sistémica y comorbilidad asociada.

La prevalencia de la EPOC en la población adulta es del 9% en España y oscila entre el 8 y el 20% en Latinoamérica. La EPOC representa la cuarta causa de muerte en España y en el mundo. En España la prevalencia de la EPOC es del 9,1% en edades comprendidas entre los 40 y los 70 años.

 

Evaluación clínica de la EPOC

El paciente con EPOC es o ha sido fumador durante un tiempo prolongado y se refiere a síntomas de expectoración y/o disnea. La enfermedad aparece en las fases más avanzadas de la enfermedad y se desarrolla de forma progresiva hasta limitar la actividad física diaria.

La exploración de la función pulmonar en la EPOC permite: establecer el diagnóstico, cuantificar su gravedad, estimar el pronóstico, realizar el seguimiento de la evolución y valorar la gravedad de las exacerbaciones.

Debe realizarse una radiografía de tórax en la evaluación inicial y si aparecen nuevos síntomas durante el seguimiento. La tomografía computarizada torácica de alta resolución se recomienda en la evaluación de tratamientos quirúrgicos y para el diagnóstico de procesos concomitantes.

El estudio de la calidad de vida relacionada con la salud tiene interés en trabajos de investigación. Su aplicabilidad en la práctica clínica es limitada.

Se recomienda completar la evaluación inicial con la realización de hemograma y electrocardiograma. Otras pruebas diagnósticas se reservan para casos seleccionados.

 

Toda persona mayor de 40 años con antecedente de exposición al humo de tabaco o de combustión de biomasa puede tener EPOC y debe realizarse una espirometría.

Habitualmente el paciente con EPOC es o ha sido fumador durante un tiempo prolongado y se refiere al comienzo de sus síntomas a partir de los 40 años. La intensidad de la exposición al tabaco debe cuantificarse con el índice de paquetes/año (1 paquete/año equivale a haber fumado un paquete de cigarrillos al día durante un año). En los casos de EPOC por inhalación de humo de combustión de ambientes biomasa cerrados, debe recogerse el tiempo en que la exposición se produjo durante al menos 10h al día. Los síntomas principales de la EPOC son disnea, tos y expectoración. La disnea constituye el síntoma principal, aunque puede ser percibida de forma desigual, sobre todo entre los pacientes de mayor edad. Con frecuencia los pacientes adaptan su grado de actividad física para reducir los síntomas. La enfermedad aparece en las fases más avanzadas de la enfermedad y se desarrolla de forma progresiva hasta limitar las actividades de la vida diaria. Hay varios instrumentos de medida de la disnea. Por su fácil registro se recomienda la escala del Medical Research Council 7. La tos crónica, que frecuentemente es productiva y de predominio matutino, domina en ocasiones el cuadro clínico, a pesar de que no guarda relación con el grado de obstrucción al flujo aéreo. Las características del esputo pueden ser de utilidad clínica si aumenta su volumen o aparece purulencia, porque puede indicar exacerbación; un volumen excesivo indica la presencia de bronquiectasias, y la expectoración hemoptoica obliga a descartar otros diagnósticos, principalmente carcinoma broncopulmonar. Los pacientes con EPOC leve pueden presentar pocos síntomas o incluso no tenerlos.

También debe recogerse la presencia o ausencia de síntomas derivados de las complicaciones asociadas, los episodios de exacerbación y la existencia de comorbilidades, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes mellitus, los trastornos de ansiedad-depresión y la osteoporosis por su impacto en la historia natural de la enfermedad.

Los signos de la exploración física son poco expresivos en la enfermedad leve-moderada. En los casos de EPOC grave se recomienda valorar periódicamente el estado nutricional mediante el índice de masa corporal y la capacidad de ejercicio. Un índice de masa corporal menor de 21kg/m2 indica mal pronóstico8 (evidencia B).

La espirometría forzada es imprescindible para establecer el diagnóstico de EPOC y valorar la gravedad de la obstrucción al flujo aéreo. Su realización está indicada en cualquier fumador mayor de 40 años con o sin síntomas respiratorios. Se considera que hay obstrucción al flujo aéreo si el cociente FEV1/FVC tras broncodilatación es inferior a 0,7. En personas mayores de 60 años puede utilizarse el límite inferior de la normalidad para evitar el sobrediagnóstico, aunque, en todo caso, los valores espirométricos deben valorarse en el contexto clínico correspondiente. El valor del FEV1 expresado como porcentaje del valor de referencia establece la gravedad de la enfermedad (tabla I). Se recomienda repetir la espirometría forzada anualmente en todos los pacientes diagnosticados de EPOC (evidencia D).

 

Tratamiento del paciente estable

Medidas generales: La supresión del tabaco es una intervención coste eficaz y constituye la principal medida para evitar el desarrollo y progresión de la EPOC (evidencia A). El tabaquismo es una enfermedad crónica y recidivante, que tiene numerosas consecuencias biológicas.

La administración anual de la vacuna antigripal reduce la mortalidad y el número de hospitalizaciones durante los períodos epidémicos15, por lo que debe recomendarse a todos los pacientes con EPOC (evidencia B).

La vacuna antineumocócica debe ofrecerse al paciente con EPOC de 65 años o más, ya que reduce la posibilidad de bacteriemia (evidencia B) y previene la aparición de neumonías, especialmente en pacientes con menos de 65 años y en aquéllos con obstrucción grave16 (evidencia B). No hay evidencia suficiente para recomendar el uso de vacunas frente a Haemophilus influenzae ni de vacunas microbianas polivalentes.

 

Tratamiento farmacológico:  En pacientes con síntomas ocasionales, el tratamiento con broncodilatadores de acción corta reduce los síntomas y mejora la tolerancia al esfuerzo (evidencia B).

En pacientes con síntomas permanentes, los broncodilatadores de acción prolongada permiten un mayor control de los síntomas y mejoran tanto la calidad de vida como la función pulmonar (evidencia A). Además, pueden reducir el número de exacerbaciones (evidencia A).

 

Dra. Marta Castro

Neumología HUSR en Las Palmas

 

 

Referencias:

  1. Soriano JB et al. Prevalence and Determinants of COPD in Spain: EPISCAN II.Arch Bromonium. 2020 16:S0300-2896(20)30259-3. doi: 10.1016/j.arbres.2020.07.024
  2. Peters SP, Ferguson G, Deniz Y, et al. Uncontrolled asthma: a review of the prevalence, disease burden and op󰆟ons for treatment. Respir Med 2006: 100(7):1139-51.
  3. INE. Defunciones según la Causa de Muerte Año 2020. Disponible en: https://www.ine.es/prensa/edcm_2020.pdf- último acceso noviembre 2022
  4. Guía clínica SEPAR-ALAT de diagnstico y tratamiento de la EPOC 203.004 Germn Peces-Barbaa, Joan Albert Barberàb, Àlvar Agustc, Ciro Casanovad, Alejandro Casase, Jos Luis Izquierdof, Jos Jardimg, Victorina Lpez Varelah, Eduard Monsi, Teodoro Montemayorj y Jos Luis Viejo

 

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