Síndrome post vacacional: ¿mito o realidad?

Cansancio, problemas en el sueño, cambios en el apetito, dolores y tensión musculares, así como irritabilidad, nerviosismo o apatía son algunos de los síntomas de este trastorno. Al contrario de lo que se piensa, el síndrome post-vacacional no es una leyenda urbana y existe, afectando a las personas que se incorporan a la rutina diaria y creándoles trastornos de sueño, alimenticios e incluso cansancio o apatía. Aunque agobiante, es un proceso natural en el ser humano, algo temporal que suele durar una o dos semanas. Si dura más, es recomendable plantearse qué sucede por si existe un trastorno de fondo y, en tal caso, buscar ayuda profesional. Los cambios estacionales afectan también a los estados de ánimo de las personas. El otoño, por ejemplo, puede provocar que algunas personas se sientan más tristes y sufran más cansancio o ansiedad, ya que la falta de luz influye en las emociones humanas. 

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