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Cirugía de Mosh

Los pacientes afectados con cáncer cutáneo (cáncer de piel no melanoma y melanoma) encuentran en la cirugía de Mohs uno de los mejores tratamientos para combatir la enfermedad. Se trata de un procedimiento quirúrgico controlado al microscopio, que requiere una alta especialización y que ofrece un alto porcentaje de curación, especialmente si se compara con otros tratamientos tradicionales. En general, las personas afectadas con cáncer cutáneo se someten a una extirpación sencilla de las lesiones. Sin embargo, cuando las neoplasias son de gran tamaño o han estado evolucionando durante mucho tiempo, la cirugía de Mohs es la solución más indicada. Según este procedimiento, se extirpa la neoplasia para, posteriormente, realizar un estudio histológico con el que comprobar que efectivamente la lesión ha sido extirpada. Solo entonces se procede a cerrar y suturar el defecto cutáneo.

Los pasos que se siguen en esta cirugía son los siguientes:

1. Extirpación del tumor. Se eliminan las lesiones pero, a diferencia de otros procedimientos quirúrgicos, no se procede a la sutura y solo se tapa con gasas. De esta forma, el profesional es capaz de verificar si los márgenes del tumor extirpado están libres y la piel está completamente limpia de células cancerígenas.

2. A su vez, los especialistas analizan el tejido extirpado, el cual ha sido previamente fijado con parafina, y comprueban que los márgenes están limpios. Este proceso tiene una duración de 36 horas. Durante este periodo, los pacientes suelen permanecer ingresados en el hospital a la espera de los resultados.

3. Cuando la muestra ha sido analizada y se conocen los resultados, el paciente entra nuevamente en quirófano. Si los resultados muestran que todavía había restos de tumor en los márgenes, se realiza una nueva extirpación de piel en la zona afectada. El anatomopatólogo realiza entonces un nuevo examen del tejido para verificar que, ahora sí, el tumor ha sido eliminado por completo, lo que suele demorar unos 30 minutos aproximadamente. Por último, una vez comprobado que el tejido está limpio, se procede a suturar la herida.