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Simpatectomía torácica endoscópica

Este tratamiento quirúrgico está especialmente indicado para tratar enfermedades como la hiperdrosis localizada, el dolor neuropático mediado simpáticamente y las vasculopatías. Con esta terapia se consigue solucionar problemas de hipersudoración de las palmas de las manos, de las axilas, los pies y la cara.

La hipersudoración de estas zonas del cuerpo es algo que afecta de forma considerable a la calidad de vida de los pacientes, así como a su autoestima. Desde hace décadas se han llevado a cabo diferentes tratamientos, aunque en raras ocasiones estas terapias consigue controlar el problema de manera efectiva. Así, cuando los otros procedimientos no muestran resultados positivos, el facultativo puede recomendar la simpatectomía torácica endoscópica, con la que se destruyen los ganglios simpáticos que controlan la sudoración de las manos.

El tratamiento se lleva a cabo por vía endoscópica, reduciendo así las consecuencias y molestias para el paciente. El cirujano realiza una o varias incisiones en el tórax (o en las axilas, en el caso de que se decida hacer uso de la técnica uniportal), por donde se introduce el endoscopio, conectado a una cámara de vídeo. El cirujano lo dirige hacia la zona situada entre la segunda y la tercera costilla, por donde pasa la cadena simpática, en vertical. A continuación, se deben localizar los ganglios afectados (los cuales varían en función de la zona en la que se produzca la hipersudoración), coagularlos y cortarlos con electrodos. El procedimiento se repite después por el otro lado del costado. A las 24 horas de haber sido intervenido, se realiza una radiografía de tórax del paciente y si todo está conforme a lo esperado se da el alta hospitalaria.

La tasa de éxito de esta técnica, que se recomienda en casos graves, ronda el 98 - 100%. Además, cuando no se corrige del todo suele ser porque han quedado fibras sin destruir, posiblemente procedentes de otro ganglio.