Tratamientos

La terapia fotodinámica no es únicamente un tratamiento estético, sino que juega un papel fundamental como tratamiento del carcinoma basocelular superficial (cáncer de piel no melanoma). Consiste en la aplicación de una crema de metil-aminolevulinato sobre la zona en la que se localiza la lesión. Una vez se ha extendido la pomada, se cubre con un apósito y se deja durante aproximadamente tres horas. Transcurrido este tiempo, se retira el apósito y se procede a iluminar la piel, durante unos 10 minutos, con una lámpara especial que activa las porfirinas intracelulares. De esta forma, se permite la liberación de radicales libres y se da inicio a la destrucción de la lesión para la que se ha recomendado el tratamiento. Durante el tiempo en el que se aplica la luz, el paciente puede experimentar picor, ardor o una sensación de ligero dolor. En estos casos, los síntomas pueden aliviarse con el uso de aire frío o agua pulverizada, llegando a emplearse incluso analgésicos si las molestias son intensas.

Al acabar este proceso, el paciente puede irse a casa, aunque deberá mantener cubierta la herida durante al menos 24 horas para evitar la exposición de la misma a la luz. En los días posteriores se creará una costra en la zona tratada, aunque esta se desprende por sí misma al cabo de 7 o 10 días después de la iluminación. Asimismo, hace falta esperar de 2 a 3 semanas para poder disfrutar de una piel sana, y al menos 3 meses para que la piel se haya regenerado y presente un aspecto y unas condiciones completamente normales.