Enfermedades

La artrosis u osteoartritis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, caracterizada por la destrucción del cartílago que recubre las superficies óseas. El cartílago es el tejido que hace de amortiguador entre los extremos de los huesos y que favorece el movimiento de la articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, dicho cartílago pierde sus propiedades. Cuando esto ocurre aparece el dolor articular, deformidad o inflamación de las articulaciones afectadas y rigidez.

Habitualmente se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la articulación de la raíz del pulgar, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie.

- ARTROSIS DE CADERA . La articulación de la cadera está formada por la unión entre los huesos de la pelvis y el fémur. El final esférico del fémur encaja dentro de un hueco que existe en la pelvis, de tal forma que se forma un engranaje perfecto que permite el movimiento. Tanto la cabeza del fémur como el hueco de la pelvis están recubiertos de cartílago. Con el paso de los años, el cartílago pierde su grosor llegando, incluso, a desaparecer. El tratamiento contempla la rehabilitación con ejercicios que fortalezcan los músculos y permitan la movilidad.

- ARTROSIS DE RODILLA La artrosis de esta articulación es la más frecuente. La rodilla es precisamente la articulación que debe soportar nuestro peso cuando estamos de pie, cargamos, caminamos, subimos escaleras o corremos. En la rodilla se unen el fémur, la tibia y la rótula, todos protegidos por cartílago. Como en el resto de casos, el deterioro del cartílago causa la artrosis. Los síntomas más evidentes son el dolor y la inflamación de la rodilla, el fallo de la pierna al cargar en ella y la rigidez de la articulación. A menudo es necesario recurrir a una artroscopia para ver directamente el problema y la magnitud de la lesión.

- ARTROSIS DE TOBILLO La artrosis de tobillo es el desgaste progresivo de las superficies articulares que conforman el tobillo, la cara articular de la tibia, la del astrágalo y la del peroné. No es tan frecuente como la de cadera y rodilla pero limita mucho el movimiento y la calidad de vida del paciente. Para diagnosticar la artrosis de tobillo es importante que la historia clínica incluya los antecedentes traumáticos a los que ha estado sometido el tobillo.

- ARTROSIS DE CODO Al igual que las anteriores, el cartílago que recubre los huesos de la articulación se ve comprometido lo que produce dolor, inflamación, rigidez y otros problemas de incapacidad articular. La pérdida de cartílago produce la formación de osteofitos, lo que equivale a un crecimiento óseo en la periferia de la articulación que puede llegar a incapacitarla.

- ARTROSIS GLENOHUMERAL La artrosis glenohumeral es la enfermedad degenerativa de la articulación entre la cabeza humeral y la cavidad glenoidea del omóplato. Se produce por la pérdida de cartílago y el endurecimiento de las superficies óseas con formación de osteofitos (crecimiento óseo en la periferia de la articulación). Se puede diagnosticar mediante una simple radiografía y su tratamiento pasa por el reposo, antiinflamatorios y analgésicos así como la rehabilitación.

- ARTROSIS TRAPECIOMETACARPIANA Se refiere a la mano, al pulgar. El dolor en los dedos y su inflamación o deformidad es el punto clave para orientar el diagnóstico. Los objetivos del tratamiento son restaurar la función del pulgar y eliminar el dolor. Si el tratamiento conservador fuera insuficiente, se plantearía el procedimiento quirúrgico.