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Oxigenoterapia de Baja Presión en el tratamiento de la Fibromialgia
La fibromialgia es un trastorno multisistémico que presenta diversos síntomas concomitantes, especialmente el dolor crónico y la fatiga.

Oxigenoterapia de Baja Presión en el tratamiento de la Fibromialgia

El tratamiento no farmacológico más utilizado para la fibromialgia es el ejercicio físico de baja intensidad. Sin embargo, el dolor generalizado experimentado por las personas con fibromialgia generalmente dificulta el esfuerzo físico, y, por tanto, la adherencia a este tipo de intervención.

En este sentido, aplicar una terapia que se centre en mejorar la oxigenación de los tejidos puede mejorar la fatiga generalizada, que podría, a su vez, reducir el dolor.

La presión atmosférica ambiental normal es de 1 atmósfera (atm), y respiramos habitualmente aire con un 21% oxígeno. La oxigenoterapia a baja presión consiste en la administración de oxígeno al 100% de concentración a una presión superior a 1 atmósfera.

El oxígeno respirado a esta presión se transporta de forma mas eficiente por la sangre y se libera en mayor cantidad en los tejidos. Este mayor aporte de oxígeno es muy útil para mejorar diversas enfermedades.

Cinco estudios han demostrado este efecto beneficioso de la Oxigenoterapia en la fibromialgia. Estos equipos profesionales son los usados en procesos de descompresión de buceadores. Sin embargo, los pacientes tratados en equipos de alta presión (superiores a 2 atmósferas) pueden tener con más frecuencia efectos secundarios como barotrauma de oído medio o sinusitis/paranasal, o síntomas de toxicidad del Sistema Nervioso Central.

Por ello, se han desarrollado equipos médicos de Oxigenoterapia a Baja Presión que podrían ser útiles en ciertas enfermedades, sin tener que llegar a administrar altas presiones atmosféricas a los pacientes.

Uno de los aspectos más importantes del tratamiento de oxigenoterapia es que debe administrarse durante al menos 60-90 minutos y los tratamientos deben repetirse durante varias semanas en función de la enfermedad a tratar y del criterio del médico. Por ello, y teniendo en cuenta los diversos síntomas que desgraciadamente aquejan a las pacientes afectadas de fibromialgia, la sesión debe ser lo más relajante y placentera posible.

La Universidad de Valencia ha publicado un estudio aleatorizado (ClinicalTrials.gov NCT03801109) donde se compara el efecto del ejercicio físico y la oxigenoterapia de baja presión frente a placebo en mujeres que padecen fibromialgia. Este tratamiento fue administrado con un equipo Revitalair 430 (idéntico al disponible en HUSR) durante 40 sesiones de 90 minutos cada una, 5 veces por semana.

La adherencia al tratamiento fue excelente ya que este equipo (Revitalair 430 Medical Hyperbaric Chamber,) está diseñado para uso exclusivamente médico. La paciente se introduce con ropa cómoda, sin calzado y con los elementos que desee (almohada, manta, tableta, teléfono, libros, etc.). Además, la paciente esta continuamente monitorizada por el médico, que está pendiente de las posibles incomodidades que la persona pueda notar.

Las conclusiones del mencionado estudio demuestran que la oxigenoterapia de baja presión es más efectiva que el ejercicio físico y el placebo en mejorar la fatiga inducida y el dolor en reposo en estas pacientes.

Es por ello que parece relevante ofrecer este tipo de tratamiento como adyuvante/complementario al ejercicio físico o al tratamiento farmacológico en esta invalidante enfermedad.

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