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Endoscopia terapéutica

Se conoce como endoscopia terapéutica a las distintas maniobras llevadas a cabo para curar varios tipos de lesiones de manera definitiva y para paliar los efectos de otras patologías, mejorando la calidad de vida de los pacientes, así como su pronóstico. Algunas de las enfermedades en las que se utiliza este tratamiento son la polipectomía, la extracción de cuerpos extraños, las hemorroides, para cubrir hemorragias del tubo digestivo o para tratar la obesidad a través de la inserción de un balón gástrico, entre otras.

Para realizar una endoscopia terapéutica, los especialistas introducen un endoscopio por la boca o el ano del paciente hasta llegar a la zona en la que se localiza la lesión. Estos endoscopios pueden ser normales o pueden tener características especiales en función de las circunstancias médicas.

Dependiendo del tipo de intervención, los pacientes deben tener en cuenta ciertos aspectos:

- Endoscopias a través de la boca: el paciente debe permanecer 8 horas en ayunas. De esta forma, se consigue eliminar cualquier resto de alimento del tubo digestivo.

- Endoscopias a través del ano: en estos casos, el paciente debe tomar laxantes potentes o edemas. Asimismo, deberá estar 8 horas en ayunas para conseguir que tanto el intestino como el tubo digestivo queden limpios de heces y de otras partículas que puedan afectar a los resultados de la prueba.

Una semana antes de someterse a una endoscopia se debe pausar la toma de cualquier tipo de medicamento que pueda coagular la sangre. En caso de que el paciente se encuentre en medio de algún tratamiento que no pueda abandonar durante este periodo de tiempo, deberá comunicarlo al especialista.

La intervención suele ser ambulatoria y en raras ocasiones se procede al ingreso hospitalario (el cual no suele exceder las 24 horas).