Tratamientos

Con el paso del tiempo la piel puede sufrir importantes consecuencias que dañan su aspecto. Además, factores externos como el tabaco, la contaminación atmosférica, la exposición solar, etc. pueden acelerar este proceso de envejecimiento natural.

No obstante, los diferentes avances médicos permiten que en la actualidad puedan desarrollarse tratamientos efectivos que mejoran el aspecto de la piel y que, además, no requieren hospitalización en la mayoría de los casos.

El equipo de especialistas de Hospitales San Roque evaluará a los pacientes para ofrecerles una solución adecuada a sus circunstancias. En nuestro centro se llevan a cabo distintos procedimientos, con los que se consiguen solucionar varios problemas estéticos.

- Terapia fotodinámica: consigue revertir las lesiones de queratomas actínicos y de cáncer de piel. Consiste en la aplicación de un ungüento con metil-aminolevulinato en la zona en la que se localiza la lesión, la cual se cubre después con un apósito oclusivo. Al cabo de 3 horas, el apósito es retirado y se procede a iluminar la zona con una lámpara específica que permite activar las porfirinas intracelulares. De esta forma, se promueve la liberación de radicales libres y se consigue iniciar la destrucción de la lesión.

- Lesiones vasculares: las lesiones vasculares son muy diversas, e incluyen desde aquellas propias de la edad hasta otras que pueden surgir por diversas causas. Para solucionarlas se lleva a cabo un tratamiento con láser, que no requiere anestesia en el caso de los adultos. La sesión es rápida y los resultados son muy satisfactorios.

- Tatuajes y lesiones pigmentadas: gracias al tratamiento con láser tanto los tatuajes como las lesiones provocadas por el daño acumulado en el DNA celular pueden desaparecer, dando lugar a una piel sana y bonita. Las sesiones tienen una duración aproximada de 15 minutos y pueden repetirse tantas veces como sea necesario, aunque con una o dos suele ser suficiente para solucionar la lesión.

- Depilación láser: uno de los tratamientos más frecuentes. Consiste en la aplicación de un láser que calienta la matriz pilosa, encargada de producir vello, dejando inactivo el folículo. Suelen ser necesarias de cuatro a seis sesiones para observar resultados, aunque el tratamiento completo dependerá de la densidad de pelo en la zona a tratar.