Factores de riesgo en la salud cardiovascular

A continuación, te presentamos un listado de factores de riesgo asociados a la enfermedad cardiovascular.

Colesterol

El colesterol está presente en todas las células del cuerpo y es necesario para el normal funcionamiento del organismo. Su exceso se ha relacionado con la formación de placas de ateroma en las arterias siendo ésta la causa de las enfermedades cardiovasculares. Podríamos dividir el colesterol en 2 grandes grupos:

  • Colesterol “malo” o LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma.
  • Colesterol “bueno” o HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.

Los niveles en sangre de LDL son variables dependiendo de la alimentación, el ejercicio, el peso y la genética entre otros. El objetivo de LDL depende de la población de estudio y las recomendaciones internacionales varían cada cierto tiempo. Actualmente existe un punto de corte general por debajo de 116 mg/dL. Por ejemplo, un paciente con un infarto de miocardio o un ictus deberá tener el LDL por debajo de 55 mg/dL. Todas estas cifras nacen de estudios cuyo objetivo es evitar al máximo nuevos eventos cardiovasculares.

En cambio, los niveles de HDL suelen ser más estables con una concentración habitual entre 35-45 mg/dL. Depende también de la alimentación y algunas comorbilidades con la diabetes, aunque la genética tiene un papel fundamental en este tipo de colesterol. El consumo de omega 3 parece en ocasiones aumentar estas cifras, presente en alimentos como las nueces, el lino, pescados azules y salmón entre otros.

Diabetes

Quienes padecen este trastorno tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, habitualmente más severa con enfermedad arterioesclerótica más extendida. Es vital aprender a prevenir la diabetes y mantener a raya este factor de riesgo cardiovascular.

Existen a grandes rasgos 2 tipos de diabetes mellitus.

  • Tipo 1 es una enfermedad que surge en pacientes jóvenes y se debe a la incapacidad de producir insulina por el páncreas.
  • Tipo 2 se da en pacientes algo más mayores donde la patogeneceidad se debe a que los tejidos son menos sensibles a la acción de la insulina. Es fundamental en estos pacientes el control del peso a través de una alimentación saludable y la realización de ejercicio regular. Acudir al Endocrinólogo y especialistas en nutrición de referencia es fundamental para controlar esta enfermedad.

Hipertensión

La hipertensión se define como un aumento de la presión para un flujo determinado, dado una mayor resistencia de los vasos sanguíneos. Se considera el diagnóstico de hipertensión arterial para cifras superiores a 140/90 mmHg de forma continuada tomadas en reposo.

Este hecho, supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular para hacer frente a ese sobreesfuerzo.

La hipertensión arterial no produce síntomas la mayoría de veces y puede pasar inadvertida. Es uno de los factores de riesgo que aumenta la formación de placas de ateromas y su posible ruptura generando eventos cardiovasculares. Por ello su control periódico es fundamental, así como prevenirlo con el control de la alimentación y el peso.

Tabaquismo

La incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. Y esta posibilidad es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo.

Estrés y ansiedad

La relación entre el estrés emocional y los eventos coronarios mayores ha sido establecida hace ya mucho tiempo, aunque es difícil determinar la intensidad con las que nos puede afectar, pues no existe un test científico para cuantificar el grado de estrés emocional.

Es por ello que tener una salud psicológica es uno de los objetivos para prevenir enfermedades de todo tipo, entre ellas las cardiovasculares.

Obesidad abdominal

Los pacientes que tienen aumento de la grasa abdominal presentan un incremento importante del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por ello, mantener el peso dentro de unos límites razonables es muy importante para el normal funcionamiento del corazón.

Es importante conocer nuestro perímetro abdominal, que en el caso de un hombre debería estar en torno a 102 cm y en el caso de una mujer, 88 cm. Para medirlo La persona debe estar de pie, y después de haber expulsado el aire, debe rodear su abdomen con la cinta métrica a la altura del ombligo.

Mala alimentación

Dada la estrecha relación existente entre alimentación y salud cardiovascular es importante que incluyas en tu dieta:

  • Aceite de oliva virgen extra, frutos secos (el más recomendado son las nueces por su cantidad de omega 3), pescado, frutas, verduras y hortalizas.
  • Evitar el exceso de sal
  • Aumentar el consumo de fibra

En cambio, debes evitar:

  • El exceso de grasas saturadas, los alimentos procesados, el alcohol, el exceso de sal y el exceso de azúcares libres.

Consultar con un nutricionista será fundamental, no solo para controlar el peso sino para incluir en la alimentación habitual productos saludables.

Sedentarismo

La inactividad física o falta de ejercicio se considera uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca.

Se recomienda una actividad física moderada unos 45 minutos 5 veces por semana. Controlará a largo plazo todos los factores de riesgo: peso, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes mellitus, estrés…

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Una vez expuestos todos estos factores de riesgo, podemos concluir que la base para presentar una salud cardiovascular será la correcta alimentación, la actividad física y el control periódico de los factores de riesgo.

 
*Información obtenida de la Fundación Española del Corazón.

 

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