Qué pruebas hace un cardiólogo en un chequeo médico

Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Por ello, la evaluación cardiológica es necesaria en distintos contextos: como parte del seguimiento de pacientes con factores de riesgo conocidos, en la valoración de síntomas sugestivos de enfermedad cardiovascular o en programas de prevención a partir de cierta edad.

En cuanto a qué incluye un chequeo cardiológico, lo detallamos en este artículo: una historia clínica detallada, un examen físico y una serie de pruebas diagnósticas que varían según la edad, los antecedentes y los síntomas del paciente. Detallaremos las principales pruebas utilizadas en la práctica clínica, sus indicaciones y su utilidad en el diagnóstico y seguimiento de la salud cardiovascular.

Historia clínica y examen físico

Al entrar en nuestra unidad de cardiología muchos pacientes llegan preguntándose qué son las pruebas cardiológicas que les vamos a realizar. Pues bien, la evaluación cardiológica comienza con una historia clínica detallada en la que se analizan los antecedentes personales y familiares del paciente, así como la presencia de factores de riesgo como hipertensión arterial, dislipemia, diabetes mellitus o tabaquismo. También se investigan síntomas sugestivos de enfermedad cardiovascular, como disnea, dolor torácico, palpitaciones o edemas.

El examen físico permite obtener información clave sobre el estado cardiovascular. Incluye la medición de la presión arterial, la auscultación cardíaca para detectar soplos o alteraciones del ritmo, y la exploración de los pulsos periféricos. Además, se evalúan signos de insuficiencia cardíaca como la presencia de edemas en miembros inferiores, crepitantes pulmonares o ingurgitación yugular.

En función de los hallazgos de esta evaluación inicial, el cardiólogo determina qué pruebas complementarias son necesarias para confirmar o descartar patologías.

Pruebas de diagnóstico comunes

Las pruebas diagnósticas permiten evaluar la función cardíaca y detectar posibles alteraciones estructurales o eléctricas. La selección de cada estudio depende de la sospecha clínica y de los factores de riesgo del paciente. 

Electrocardiograma (ECG)

El electrocardiograma es una prueba básica en cardiología que registra la actividad eléctrica del corazón a través de electrodos colocados en la piel. Permite identificar arritmias, signos de cardiopatía isquémica, trastornos de la conducción y alteraciones en la repolarización ventricular. Se utiliza tanto en la evaluación de síntomas como en chequeos preventivos, especialmente en pacientes con factores de riesgo cardiovascular.

Ecocardiograma

El ecocardiograma es una técnica de diagnóstico por imagen que emplea ultrasonidos para evaluar la anatomía y función del corazón. Existen varios tipos:

  • Ecocardiografía transtorácica: es la modalidad más utilizada y se realiza apoyando un transductor en la pared torácica.

  • Ecocardiografía transesofágica: se emplea cuando se requiere una mejor visualización de estructuras como las válvulas cardíacas o la aurícula izquierda. Se realiza introduciendo el transductor a través del esófago.

  • Ecocardiografía de estrés: permite valorar la función del miocardio bajo esfuerzo o estimulación farmacológica.

Esta prueba es fundamental para el diagnóstico de cardiopatías valvulares, insuficiencia cardíaca, miocardiopatías y alteraciones congénitas.

Prueba de esfuerzo

La prueba de esfuerzo evalúa la respuesta cardiovascular ante un aumento progresivo de la carga de trabajo, generalmente mediante ejercicio en cinta ergométrica. Se utiliza para diagnosticar cardiopatía isquémica, evaluar la capacidad funcional del paciente y valorar la respuesta del ritmo cardíaco y la presión arterial ante el esfuerzo.

El protocolo de la prueba varía según las características del paciente. En algunos casos, puede combinarse con técnicas de imagen, como el ecocardiograma de esfuerzo o la gammagrafía miocárdica (SPECT MIBI), para obtener información más precisa.

Registro Holter

El registro Holter es un registro continuo del ritmo cardíaco que se realiza durante un período de 24 horas, aunque en algunos casos puede prolongarse hasta 7 días. Se utiliza para detectar arritmias o bloqueos intermitentes que no se identifican en un electrocardiograma convencional, así como para analizar la variabilidad de la frecuencia cardíaca y la respuesta al tratamiento antiarrítmico.

El paciente lleva un dispositivo portátil que registra la actividad eléctrica del corazón mientras realiza sus actividades diarias. Además, se le indica que anote cualquier síntoma que experimente para correlacionarlo con los hallazgos del estudio.

Pruebas de imagen avanzadas

Cuando es necesario obtener información más detallada sobre la anatomía y función del corazón, se utilizan pruebas de imagen avanzadas. Estas técnicas permiten evaluar la perfusión miocárdica, la presencia de obstrucciones coronarias y la función del músculo cardíaco con mayor precisión.

Tomografía Axial Computarizada (TAC) 

La Tomografía Axial Computarizada cardíaca emplea rayos X y un medio de contraste para obtener imágenes detalladas del corazón y las arterias coronarias. Se utiliza principalmente en la evaluación de enfermedad coronaria en pacientes con riesgo intermedio, así como en el estudio de anomalías congénitas y valoración de calcificación coronaria mediante el calcium score score de calcio.

Resonancia magnética (RM) cardíaca

La Resonancia Magnética cardíaca proporciona imágenes detalladas del corazón sin necesidad de radiación ionizante. Se emplea en la evaluación de miocardiopatías, cicatrices por infarto, enfermedades del pericardio y en el análisis de la función ventricular. Además, permite caracterizar los tejidos del miocardio, lo que resulta útil en el diagnóstico de patologías como la miocarditis o la amiloidosis cardíaca.

pruebas cardiología

La resonancia magnética cardíaca ofrece imágenes detalladas del corazón, lo que permite evaluar su estructura y función sin exposición a radiación.

Angiografía coronaria

La angiografía coronaria es una prueba invasiva que se realiza mediante cateterismo y administración de contraste yodado. Permite visualizar en tiempo real el flujo sanguíneo a través de las arterias coronarias y detectar la presencia de obstrucciones significativas. Es una técnica fundamental en la evaluación de la cardiopatía isquémica y en la planificación de procedimientos como la angioplastia con colocación de stents.

Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio permiten evaluar factores de riesgo cardiovascular, detectar alteraciones metabólicas y monitorizar la función de órganos que pueden influir en la salud del corazón. Su interpretación debe realizarse en el contexto clínico de cada paciente.

Análisis de sangre

El análisis de sangre es una herramienta fundamental en la evaluación del riesgo cardiovascular. Entre los parámetros más relevantes se incluyen:

  • Perfil lipídico: mide los niveles de colesterol total, LDL (colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad), HDL (colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad) y triglicéridos. Un perfil lipídico alterado aumenta el riesgo de aterosclerosis y enfermedad coronaria.

  • Glucosa y hemoglobina glucosilada (HbA1c): valores elevados pueden indicar la presencia de diabetes mellitus o resistencia a la insulina, factores estrechamente relacionados con el riesgo cardiovascular.

  • Proteína C reactiva (PCR) de alta sensibilidad: marcador de inflamación que puede estar elevado en pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular.

  • Troponinas: proteínas liberadas al torrente sanguíneo tras el daño miocárdico, utilizadas en el diagnóstico del infarto agudo de miocardio.

Pruebas de función renal y hepática

La función renal y hepática tienen un impacto significativo en la salud cardiovascular, por lo que su evaluación es esencial en determinados pacientes.

  • Creatinina y filtrado glomerular: valores alterados indican deterioro de la función renal, que se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

  • Transaminasas y bilirrubina: la disfunción hepática puede influir en el metabolismo de los lípidos y la coagulación, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular en algunas patologías.

Los resultados de estas pruebas, en combinación con la exploración clínica y otras pruebas diagnósticas, permiten una valoración más precisa del estado cardiovascular del paciente.

Pruebas especializadas

En algunos casos es necesario recurrir a pruebas especializadas para evaluar alteraciones específicas del sistema eléctrico o circulatorio del corazón. Estas pruebas permiten diagnosticar arritmias, estudiar la respuesta autonómica y valorar la anatomía cardíaca con mayor precisión.

Estudio electrofisiológico

El estudio electrofisiológico analiza el sistema de conducción eléctrica del corazón. Se realiza introduciendo catéteres a través de las venas femorales o subclavias hasta el interior del corazón, donde se registran y estimulan las señales eléctricas.

Esta prueba se indica en pacientes con arritmias de origen desconocido, síncope de causa no aclarada o para evaluar la necesidad de ablación en determinados tipos de arritmias (taquicardias supraventriculares, flutter auricular o fibrilación auricular.) lo que esta en parentesis lo quitaria

Prueba de la mesa basculante

La prueba de la mesa basculante o tilt table test se utiliza para evaluar la respuesta autonómica en pacientes con síncopes de origen no determinado. Consiste en colocar al paciente en posición supina sobre una mesa que se inclina de forma controlada mientras se monitorizan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Se emplea para el diagnóstico de síncope vasovagal, disautonomías y otras alteraciones del control de la presión arterial.

Cateterismo cardíaco

El cateterismo cardíaco permite evaluar la anatomía y función del corazón y las arterias coronarias. Se introduce un catéter a través de la arteria femoral o radial y se avanza hasta el corazón, donde se administra contraste yodado para obtener imágenes en tiempo real. En otras ocasiones, se realiza un cateterismo derecho con el objetivo de medir las presiones dentro de las cámaras cardiacas. 

Sus principales indicaciones incluyen el diagnóstico de enfermedad coronaria, la evaluación de la función ventricular y valvular, y la planificación de procedimientos terapéuticos como la angioplastia coronaria.

Interpretación de resultados

El análisis de los resultados de las pruebas cardiológicas debe realizarse en un contexto clínico individualizado. No todas las alteraciones detectadas implican una patología, y es fundamental correlacionar los hallazgos con la historia clínica y la exploración del paciente.

Análisis de resultados

El cardiólogo evalúa cada prueba teniendo en cuenta el motivo de consulta, los síntomas y los factores de riesgo del paciente. Un electrocardiograma con alteraciones en la repolarización, por ejemplo, puede ser normal en ciertos individuos, mientras que en otros puede indicar la presencia de una anomalía cardíaca.

De igual forma, una prueba de esfuerzo positiva no confirma necesariamente una cardiopatía, sino que indica la necesidad de estudios adicionales, como un TAC coronario o una angiografía. La interpretación de los análisis de sangre también depende del perfil del paciente; niveles de colesterol elevados pueden requerir tratamiento si se asocian a otros factores de riesgo, pero no siempre implican una intervención inmediata.

Qué pruebas te hace un cardiólogo

El cardiólogo analiza los resultados de las pruebas para establecer un diagnóstico preciso y definir el mejor abordaje para cada paciente.

Plan de tratamiento

En función de los resultados, el cardiólogo establece una estrategia terapéutica, que puede incluir modificaciones en el estilo de vida, tratamiento farmacológico o procedimientos invasivos. En pacientes con hipertensión o colesterol alto, el tratamiento suele comenzar con cambios en la alimentación y el control del peso antes de valorar la necesidad de medicación. 

Cuando se detectan problemas más graves, como obstrucciones en las arterias o alteraciones en el ritmo del corazón, pueden ser necesarias intervenciones específicas para mejorar el funcionamiento cardíaco y reducir el riesgo de complicaciones.

Seguimiento y recomendaciones

El chequeo cardiológico no termina con la obtención de los resultados. En función de los hallazgos, el cardiólogo establece un plan de seguimiento para controlar la evolución del paciente y prevenir complicaciones.

Frecuencia de chequeos

La periodicidad de las revisiones depende del estado de salud del paciente y de los factores de riesgo que presente. En personas sin antecedentes ni síntomas, basta con un chequeo periódico según la edad y el historial familiar. Sin embargo, quienes tienen hipertensión, diabetes o antecedentes de enfermedad cardiovascular pueden requerir controles más frecuentes y pruebas adicionales para evaluar la respuesta al tratamiento.

En casos concretos, como los pacientes con arritmias o con antecedentes de infarto, es necesario realizar estudios periódicos para ajustar el tratamiento y detectar cualquier cambio en la función del corazón.

Consejos de estilo de vida

Más allá de las pruebas médicas, la prevención desempeña un papel clave en la salud del corazón. Algunas medidas fundamentales son:

  • Mantener una alimentación equilibrada, reduciendo el consumo de grasas saturadas y azúcares.

  • Controlar el peso y realizar ejercicio de forma regular, adaptado a la condición física de cada persona.

  • Evitar el tabaco y reducir el consumo de alcohol.

  • Controlar la presión arterial, los niveles de colesterol y la glucosa en sangre mediante revisiones periódicas.

  • Reducir el estrés y descansar adecuadamente.

Seguir estas recomendaciones contribuye a mantener el corazón en buen estado y a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

 

Las enfermedades cardiovasculares pueden pasar desapercibidas en sus fases iniciales, por lo que un chequeo médico nos ayudará a detectar factores de riesgo y prevenir complicaciones. Contar con una evaluación cardiológica completa permite identificar alteraciones a tiempo y establecer un plan de seguimiento adaptado a cada paciente.  

En Hospitales Universitarios San Roque disponemos de un servicio de cardiología en Las Palmas de G.C. y en Maspalomas en el que nuestros especialistas realizan las pruebas necesarias para el diagnóstico y tratamiento de las afecciones cardíacas. 

Nuestro equipo está a tu disposición para ayudarte a cuidar tu corazón con la mejor atención y tecnología disponibles.

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